domingo, 1 de marzo de 2009

Parada en Londres para estirar las piernas y coger el avión de Air New Zealand que nos llevará a Auckland. Mucha gente vestimos parecido, botas de trekking y ropa de montaña. Nos fijamos en el único sospechoso de ser compañero en Taupo dentro de una semana, piernas finas y camiseta de la maratón de Amsterdam.

Durante el vuelo hasta Hong-Kong intento irme acomodando al horario de las antípodas, aunque llega un momento en un reloj de agujas que ya no sé si es mediodía o medianoche, lectura, música y tres películas antes de dormirme a las 4am. Tenemos suerte, tenemos cuatro asientos para los dos.

Escala en Hong-Kong para volver a pasar los mismos controles que en Madrid y Londres. Paseo por la zona de tránsito, unos pocos se bajan y recargamos el avión con orientales, a nuestro lado nos tocan dos luchadores de sumo roncadores. Pero el sueño y los cascos todo lo vencen.


Lost in translation, versión Hong-Kong

Gente amable nos recibe en Auckland, las maletas llegan antes que las personas. ¿Todas? No, todas no. Siguiendo la tradición iniciada en LZ y continuada el año pasado en Port Elizabeth y Amsterdam, llega la bicicleta del triatleta inglés en el que me fijé antes pero no la mía. “Good luck, see you”. Doy la dirección del hotel de Taupo donde llegaremos el jueves, así doy tiempo a que llegue y no tengo que cargar con ella hasta entonces. ¿Nervios? Tengo tanto dentro de la cabeza que un poco más no se nota.

Y es cierto que esta es la tierra de la larga nube blanca (Aotearoa), veintitantos grados, bien de humedad, un cielo azul precioso y una gran nube blanca. Los kiwis son unos fenómenos conduciendo por la izquierda, a mi me cuesta acostumbrarme a la siniestra palanca de cambios, no hay problema, no dejan correr a más de cien por la autovía. Menos mal que tenemos gps castellanoparlante que nos lleva a una ducha fresquita para empezar el paseo con energía.

La pareja que camina junta

Le hemos dado un buen repaso a la guía. Los muelles donde se celebró la Copa América en el 99 y los viejos edificios que lo rodean. El Sky Tower, que con sus 328 mts es el edificio más alto del hemisferio sur. Subimos a 220mts, 28 más abajo están saltando al vacío sujetos con cuerdas de goma. La Casa del Gobernador, la Universidad y el Auckland Domain, un volcán que se reencarnó en parque donde los niños y no tanto aquí también juegan a ser futbolistas y donde están los Winter Gardens, dos invernaderos de 1910 y un jardín con más de 100 especies de helechos…

El sky tower, en la zona del mirador puede oscilar hasta un metro…


De naranja el Ferry building, cervecería de lujo y punto de partida de los transbordadores.

La gran nube blanca desde dentro del mirador a 220mts(no compensa los 3NZ$ que hay que pagar de más para subir más allá de los 192mts, aunque estemos más altos que la Torre Eiffiel). 700.000 personas han pasado por aquí el año pasado.

Mañana seguiremos explorando , acostumbrarnos a caminar al revés nos está resultando fácil, no tanto el mirar para los lados al cruzar las calles.

1 comentario:

sislen dijo...

A divertirse toca, pareja de exploradores! aparca los nervios a la derecha y deja que los atropellen los Aussies... uyyyy qué fácil es hablar... un abrazo