El problema es que no tenemos una visión de conjunto
de nuestra vida. Ni hacia el futuro ni hacia el pasado.
Cuando las cosas salen bien decimos sencillamente que tuvimos suerte.
Pascal Mercier
Última etapa del Marathon des Sables. Una Charity stage de 7'7km a favor de Unicef. A primera hora de la mañana nos entregan una camiseta de algodón azul con el logo de esta OG (organización gubernamental) de obligatorio uso durante la etapa, igual que la participación, inexcusable hacerla en autosuficiencia y llevar la camiseta.
Este etapa, y similares maneras de recaudar con la excusa de la actividad física, me parece una idiotez soberana. Gracias a este evento, la escuela del pueblo final de etapa, que enseña a unos 100 niños, recibirá 30 portátiles donados por Laboratorios Novartis Marruecos. 20 computadores adicionales serán donados al centro solidario Marathon des Sables. Dice la wikipedia que esta farmaceútica es una de las cinco más potentes del mundo y que anualmente gana unos 6000 millones de dólares (pongamos que la división marroquí únicamente 50 millones), y dona unos ordenadores que le vienen a costar 30 x 300$... y MDS, que obliga a más de mil corredores (que han pagado el salario mínimo interprofesional español más de tres veces por una semanita de aventura controlada en el desierto) dona veinte ordenadores adicionales!!
- Sr Bauer, si Vd no quiere cronometrarme la última etapa, tenga usted 50€ para sus niños y lléveme al hotel, que no tengo ganas de hacer el paripé durante dos horas con la que está cayendo. Y como yo, supongo que otros cuantos.
¿Cuánto costó que en el día de ayer nos tocaran los elegantes músicos de la Ópera de París? ¿y que la Poletti y otras autoridades y representantes de patrocinadores viniesen a entregar los premios?
celebritis...
¿Cuánto costó que en el día de ayer nos tocaran los elegantes músicos de la Ópera de París? ¿y que la Poletti y otras autoridades y representantes de patrocinadores viniesen a entregar los premios?
No la corrí porque no servía para nada, yo fui a hacer una carrera, no a pasear por el desierto. No la corrí porque me apetecía más acompañar a compañeros de haima que no podían correr. Creedme cuando os digo que una vez la mochila alcanzó un peso aceptable y viniendo de las dos últimas etapas, estaba en condiciones para haber aguantado unos pocos días más a buen ritmo. Y doy fe de lo duro que se me hizo caminar durante casi ocho kilómetros sobre la arena. Así que no sé quien tiene más mérito, si esos que no se relacionan con nadie y cuyas tiendas de campaña son las últimas en desmontarse por las mañanas, o esos que sin pretenderlo, vienen a correr como puedan y acaban obligados a andar sobrecargando articulaciones y puntos de apoyo que no habían trabajado, y que por su lentitud sufren las mayores temperaturas en carrera y conocen la eternidad entre los puntos de control.Y eso que la etapa era facilita, nada de desnivel, únicamente arena pero fácil de transitar. Todo el mundo se hizo foto con la calavera de un camello que parecía estar allí ad hoc.
Llegamos a la meta. Sin emoción. Con ganas de irnos para el hotel. Perfecta organización. Nos entregan bolsa de comida. Agua y una hogaza de pan. Esta vez los lugareños abarrotan la llegada, la seguridad nos separa de ellos, y por primera vez en estos días me siento dentro de un zoológico, nosotros somos los raros. Como llegamos de los últimos, montamos en uno de los autobuses del convoy y enseguida arranca. Nos quedamos dormidos y aún así el viaje se hace muy largo. Por el camino atravesamos poblaciones con apenas una calle principal, la carretera. Según nos acercábamos a Ouarzazate veíamos moteros, gente con caravanas o todoterrenos. Una vez llegados a la ciudad, lento distribuir por los distintos hoteles ya que la caravana de autobuses iba en pleno a todas partes. En el hotel nos esperaba la maleta del primer día y un compañero de habitación desconocido si al hacer la inscripción no habíamos indicado nuestras preferencias, yo lo hice, pero el que habría sido mi compañero decidió no participar al final.
Media pensión bien surtida. La verdad es que yo no llegué muerto de hambre ni me excedí demasiado esos días. Sólo echaba de menos beber frío, aunque es curioso que en carrera daba igual y el agua entraba sin hacerle remilgos. La cerveza a 4€ se llevó el escaso efectivo que pensaba gastar por allí. No olvidéis el bañador por si queréis hacer unos largos y no habéis acabado con heridas, lo cual higiénicamente sería poco recomendable.
Media pensión bien surtida. La verdad es que yo no llegué muerto de hambre ni me excedí demasiado esos días. Sólo echaba de menos beber frío, aunque es curioso que en carrera daba igual y el agua entraba sin hacerle remilgos. La cerveza a 4€ se llevó el escaso efectivo que pensaba gastar por allí. No olvidéis el bañador por si queréis hacer unos largos y no habéis acabado con heridas, lo cual higiénicamente sería poco recomendable.
Un par de días de relax para comentar lo vivido una y otra vez y planificar otros retos en caliente. La última noche hay fiesta en una discoteca donde los que quedan con ganas siguen bailando y se rematan los coqueteos que hubo durante la carrera, que los hay.
Curioso que ni siquiera vine demasiado quemado del desierto,y al salir un par de días después en Salamanca un día sin protección volví con moreno agromán y que mientras el resto de compañeros de la 86 perdieron entre 2 y 5 kgrs, yo al día siguiente de llegar al hogar había engordado uno. No volví con el cuerpo destrozado, pero tampoco tuve ganas de salir a correr inmediatamente. Realmente, acostumbrarse de nuevo a la vida habitual, lavar el equipo y devolverlo todo a su sitio mantienen a uno ocupado. Y la supercompensación existe, quince días después de volver, y apenas 4 entrenamientos en busca de la escasa y mala técnica de carrera perdida, media maratón de Ciudad Rodrigo, 1h20'39". Creo que nunca he tenido mejor motor en mi vida pero peor chasis, varios días con agujetas como no he tenido nunca y tres ampollas en los pies, la primera vez que me las han producido unas zapas de asfalto, y eran las habituales. debí tener la zancada más rara de los 100 primeros. Aún ahora está costando recuperar el ritmo anterior a mi aventura del desierto, pero espero tener toda una vida para encontrarlo.
Perdonad la demora en publicar estas impresiones, pero la vida marca sus ritmos, espero en breve empezar a comentar el material utilizado y otras cuestiones de la carrera.