viernes, 28 de mayo de 2010

pequeñas cosas, diríase que mínimas, y grandes personas.

primer incidente en rotonda


segundo incidente en rotonda



tercera parada técnica


la Gacela de Telde, el entrenador, el fotógrafo, su mujer, la calavera y la rana...


el grupo de entreno dorsalcero.net y algún infiltrado..



entrenador, pupilo y la mar océana.


lecciones del bon vivant



así hasta 1571



el que ajustó los frenos a última hora



todos los que me animastéis en carrera, desde uno u otro lado de la barrera. De unos me acuerdo del nombre; Armando, Rubén Almendro.. de otros no lo sabré nunca.


muchísimas gracias a los que habéis mandado mensajes, mails, notas en el muro o llamastéis (y seguís llamando tras ver la entrada anterior). No sabéis cómo emociona sentirse pensado. Me pensáis, luego existo. Muchas gracias a todos!!



va por ustedes


y sobre todo por ti


me gustaría poner el nombre de todos los que os habéis acordado de mi, pero seguro que me dejaría alguno y eso sería muy injusto con todos vosotros. Ya sabéis quiénes sois. Os estoy muy agradecido.

jueves, 27 de mayo de 2010

cero

E_c = \begin{matrix} \frac{1}{2} \end{matrix}  mv^2 = 0

Mi Ángel de la Guarda hace hora extras.


Desde el segundo segundo de encontrarme en el suelo lo empecé a ver con perspectiva. A Dios gracias que estoy vivo, lo siento todo y me muevo. Salgo de la especie de acequia prefabricada de hormigón que rodea la rotonda, primero bajo los pies y después me enderezco. Alzo la bici, apenas unos rasguños en las palancas de cambio y la rueda delantera pinchada. Estamos enteros.


Miro atrás y pienso qué ha pasado. Desde el inicio de la subida a Teguise me he ido encontrando cada vez más fuerte. Y desde el descenso del Mirador del Haría iba como sólo se rueda en los mejores sueños, no sólo ya no me adelantaba nadie sino que desde Arrieta adelantaba a todo lo que se pusiera a tiro. Unos minutos antes había saludado al público al entrar en Teguise cuesta arriba, y ahora estaba saliendo del pueblo. Una larga recta. Un par de rotondas fáciles. Sesenta y pico kilómetros por hora, cincuenta y dos al entrar en la rotonda, es fácil, ligera inclinación a la derecha y corrección suave a la izquierda. Pero algo falla. Pierdo el control de la bici aunque consigo mantener la verticalidad.


A catorce metros y medio por segundo debo tardar menos de medio segundo en acabar en la cuneta. No da tiempo a nada. No pasa mi vida por delante. Decir mierda y chocar. La ropa no está rota y no son sonrostrones lo que tengo. Con el tiempo todo serán moretones. Ha sido un choque seco cayendo de la mejor manera posible, porque aparte del dolor generalizado que me acompañará los días posteriores no hay nada roto en el simbionte hombre-máquina.


Sobre todo me duele el gemelo aunque cada parte del cuerpo manifiesta su presencia. Desmonto la cubierta con los dedos ensangrentados, el más perjudicado ha sido el que cambia de coronas. Y soy incapaz de darle aire con las bombonas de CO. Casi no veo a todos los triatletas que me adelantan individualmente sino como una masa y un zumbido. No sé si alguno me mira. Enseguida aparece un árbitro y su chófer motorista. Muchas gracias a los dos por sus atenciones. Ya duchado y vestido de civil uno de los dos me reconocerá por la calle y se interesará por mi. Me ayudan a limpiarme las heridas con el agua de los bidones. Llaman a los mecánicos que enseguida dan presión a mi rueda delantera.


Y sigo lleno de energía. El ordenador dirá que en las cuatro paradas he perdido veintidos minutos. Me duele el brazo al acoplarme pero sigo. Me adelanta el coche de las doctoras. Levanto el brazo sano. No me ven. Empiezo a perseguirlo hasta que un Guardia Civil me ve y lo detiene en una rotonda. Hola, tenéis Linitul y Tubitón?? Me miran raro. Esto te va a escocer. No, curadme sólo el antebrazo, que es lo que más me molesta, lo demás cuando llegue a boxes. Los ironmanes estáis hechos de otra pasta.

Cuando llego a T2. Busco a A. Te has caído? Tú qué crees. Me visto. Me quito el vendaje. Salgo de la tienda. La busco. La tranquilizo. Un beso y nos vemos en horita y media, vale?


Ahora ya no estoy en horas de servicio. Así que vuelvo a estar hecho de pasta normal. Tras los dos primeros días ya sólo me duele el hombro, y tener que sustituir el casco partido con apenas seis meses de uso. A. me cura con mimo, sopla en las heridas y me quejo. Ains...

martes, 25 de mayo de 2010

doce veintiocho cuarenta y dos


Llegamos con tiempo y da tiempo a cumplir el ritual con calma. Revisar las bolsas, colocar el alimento, hinchar las ruedas, memorizar dónde está cada cosa, saludar a las conocidos y a los desconocidos con los que se cruza la vista. Vestirse con el neopreno, con calma. Da tiempo a hacer unas brazadas en el mar para que ajuste mejor. Amanece un día sin viento, cielo precioso y gran ambiente.


En la arena todos con la mirada perdida, cara seria. Alguno intenta chistes fáciles. Todavía hay quien a última hora pregunta por el circuito. Unos quieren colocarse delante y otros detrás, unos quieren ir derechos a la boya de giro y otros prefieren rodear para evitar los golpes. Aunque esté cerca, se oye de fondo al público. Mucho más ambiente que la última vez, pero siempre será como la primera.


Toda la solidaridad entre la hermandad de triatletas en los días previos, los saludos en el aeropuerto, en boxes, por la calle, los comentarios con la gente que te cruzas en la bici o la maratón, los ofrecimientos de ayuda y los ánimos que nos intercambiamos, antes y después desaparecen durante la natación. Ahí sólo hay instinto, seguir la espuma buena, confiar en que nosotros mejor que nadie sabemos dónde está la boya del próximo giro. Golpes, unos dados y otros recibidos. Muchos. Me quitan las gafas dos veces. Pero voy contento, deslizando, a pesar del poco tiempo invertido este año en la piscina sólo pierdo cuatro minutos respecto a otras ocasiones.


Este año la transición es en la misma arena de la playa. Con calma y orden me preparo para la bici. Me dejo dar crema. Doy las gracias y salgo corriendo escaleras arriba a por la bici.

Este año tengo planificado el ritmo de bici y de alimentación. Así, aunque al principio pudiera marcar territorio me dejo adelantar. Yo a lo mío.


En La Santa aprovecho para eliminar peso y parece que con la orina se van mis energías, porque hasta el kilómetro 75 no encuentro ritmo de carrera. No voy como quisiera, sin más. De repente la carretera se empina y como si pasara del motor eléctrico al de mis piernas empiezo a aumentar cadencia y watios sin sufrir con ello.

Y desde ese punto ya no dejaría de disfrutar como nunca encima de la bici. Voy contento, que adelante a gente es secundario pero es un extra de motivación. Nunca falta alguien que desde el Mirador, al contemplar Graciosa alabe la belleza del paisaje. Tres de tres. Empieza la bajada y no me amilano. El viento respeta el aro ancho y desciendo fácil y rápido.

No me levanto del acople. Estoy estrenando el aerodrink y la carga energética está saliendo según lo previsto. El IM empieza en Arrieta, y es verdad, porque en esa recta empiezo a pasar gente, incluso grupitos de drafteros. Cambia el aire y no me afecta, nadie me coge. Segundo paso por Teguise y sigue la alegría.



Tengo un incidente. Me recupero pero he pinchado. Torpeza al hinchar la rueda delantera y tengo que esperar a los mecánicos. La rueda delantera está a tope de presión y yo de energía. Sigo moviendo los watios que tenía previstos e incluso a más cadencia que entrenando. Estoy fresco.

Antes de entrar a una rotonda adelanto gente y a mitad se cruza una furgoneta que para un policía. Le está recriminando que que no haya prestado atención cuando de repente vuelve a arrancar y paso a escaso medio metro. Sólo acierto a dejar media cubierta en el asfalto, insultarla y salir como puedo de la rotonda sin mayor percance.


Otra rotonda y otro problema. El tráfico está cortado y los coches hacen cola. Una pick-up está dentro de la rotonda y para adelantarla paso por una alcantarilla mal asfaltada. El bidón donde llevo los repuestos casi va a parar debajo del autobús. Retrocedo y lo recupero. Después de la bici que llevo poco me importa perder 40" más.

El final de la bici en LZ es una carretera de 3mts de ancha, regular asfaltada, llena de curvas cerradas. La bici se me va, no sigo a la gente. Me fijo a ver si algo suena y la rueda de atrás está cruzada rozando la vaina. Nueva parada, abrir cierre y colocar rueda. Sigo contento.

Entro en boxes descalzo, corriendo adelanto gente que va andando, saludo a A. que me mira asustada. Entro en la carpa, hablo con un francés al que pasé trés fort poco antes del incidente y que se alegra de que no sea nada. Salgo a la carrera a pie y busco a A. para tranquilizarla.


Primera vuelta, de 18km. Primera hora tranquilo. Como. Bebo. Disfruto del paisaje. Ahora se va por un carril bici desde el Hotel los Jameos hasta playa Honda, pasando por el aeropuerto y siempre al borde del mar. Bien de piernas.

Cojo la pulsera amarilla, la zona de meta bulle de gente. Saludo a la gente que conozco y me saluda más gente que en ese momento no sé quién es. Por mi aspecto doy un poquito extra de pena, sobre todo a la gente madura, porque las chicas de los avituallamientos ponen un poco cara de asco.



Primera vuelta corta, voy y vengo bien. Veo los ritmos en el garmin y no va mal, si seguimos así en la última media vuelta pego el arreón. Contento. Como, me hidrato y me refresco.

Empiezo la segunda y última vuelta corta, ya voy justito. El estómago sigue admitiendo comida pero ya no asimilo. Bajón. Estaba corriendo como nunca pero peté como siempre. En el kilómetro 28 empiezo a caminar. Varias veces intento correr, pero ahora me duele todo. Al contrario que otras veces puedo seguir comiendo.

Cuando queda un kilómetro a meta vuelvo a correr aunque estoy reventado. Lo malo es que no queda un kilómetro, quedan dos. El paseo está lleno de gente así que no me voy a poner a andar ahora. Desaparece el dolor. Las piernas corren. Choco manos. La gente me llama por mi nombre.

Cruzo la meta. Todavía no he mirado el crono. Estrecho la mano de Kenneth. Explico el incidente. Busco a Ainhoa. No la dejan pasar y quedamos en unos minutos.

En la playa no firmaba este tiempo aunque mi estadística con diez muestras mostrara que era muy difícil lograrlo. Me aposté media PTi300 a que lo conseguiría y perdí. Tuve un bajón en bici me recuperé y me crecí. Pero estoy contento, muy contento. He disfrutado nadando a pesar de ir muy corto de entrenos, he rodado como hacía mucho tiempo que no lo hacía y he corrido hasta que el cuerpo, no las piernas, ni las tripas ni la cabeza, ha dicho basta.


Doce horas veintiocho minutos cuarenta y dos segundos. Me da igual la cifra. He conseguido lo que venía a buscar. Y no me importa que este año el viento no haya aparecido y desmerezca el triunfo. Ha sido una carrera casi perfecta, tuve mis contratiempos y los superé y eso es lo importante.

sábado, 22 de mayo de 2010

va por ti.

Como otras veces me habré acostado nervioso y despertado unos minutos antes de que suene el despertador. Te despertarás a mi lado y me ayudarás a preparar las cosas. Como otras veces.


Es el décimo primero y es como si fuera el primero. Porque en serio que hubiera abandonado hace unas semanas derrotado por la lluvia, pero eres más fuerte, sabes escuchar pero mucho mejor abrazar y decir la palabra justa. * *

Así que reviente como otras veces, o acabe satisfecho porque las cosas han salido y he sido el mejor David que podía ser hoy, con todo lo que hay detrás, te agradezco que me hayas traído aquí. Me animaste en el momento apropiado y aunque llevara bagaje detrás, han sido en estas últimas semanas cuando realmente he disfrutado con lo que hacía, porque lo hacía por los dos.

Gracias por la bicicleta. Gracias por tu paciencia. Gracias por animarme a salir. Gracias por tus ánimos. Gracias por hacerme los turnos para que tuvieran tiempo de salir todas las cosas que tenía que hacer. Gracias por acompañarme, por compartirte con mis cosas. Gracias por todas esas pequeñas cosas que haces todos los días y que son tan grandes para mi.

Eres más fuerte que la lluvia y me rindo ante ti. Así que me daré prisa para darte ese abrazo que esperas y que te encanta, aunque esté acompañado de sudores y babas.

Y a los demás, gracias por los ánimos, gracias a Pablo por mantenerme los entrenos aún en la constancia de mi inconstancia, a Clemente por sus consejos y el stage en su casa, y a Abe, Abel y Mario, que tras miles de kilómetros solo me acompañaron el domingo pasado y me tensaron lo justo para que cogiera un poquito más de confianza.

Va por ti, va por ustedes.

martes, 18 de mayo de 2010

el sprIMt de antes

Antes del IM, aunque no quiera, todo son prisas. Que lo que creía limpio está sucio; que se acabaron las pilas, búscalas, del PT la semana pasada y ahora no se habla con el tamagotchi; que el coche tiene que ir al taller, y pasar la itv; que la nube acecha; que no aparecen las chanclas, ni aquella camiseta; que ya no sé qué más desmontar a la bicicleta para que entre en su maleta, esto nunca lo había hecho, repasa todo mentalmente para que un pequeño tornillo no impida que realices tu sueño; llaman los repartidores, por fin llega el pedido, ya lo había pedido prestado, por favor, dejadlo en casa de mis padres; corre para allá, ven aquí; y llegaré a LZ con estos pelos, pero allí tendré calma para montar la bici, comprar lo que haga falta y aparentar de triatleta. Queda hora y media de turno, que no ha sido bueno, A ha doblado y luego al cine de preestreno.

Mañana será otro día y otro cielo.

lunes, 17 de mayo de 2010

más números

Las entradas que se han publicado en este blog gracias a que vosotros las seguís leyendo.


Mi dorsal en Lanzarote.

domingo, 16 de mayo de 2010

cobardes

Los que quieren convocar una huelga general donde otros cobardes aprovecharán para dejar salir su vandalismo innato. Los que durante años poco han hecho y mantienen a un ejército de liberados que llenarían ellos solos calles y plazas.

Los especuladores que se van a casa con indemnizaciones que casi igualan el dinero que malversaron y que empezaron el efecto dominó que da la vuelta al mundo tres veces.

Los de la oposición y los del gobierno, que lo mismo me dan porque se alternan. Y en unos lugares son unos y en los otros los contrarios. Porque cumplen el dicho de con una mano señalando y con la otra robando, sin preocuparse de los que representan sentándose a sacar posturas comunes.

Los que permitieron que de todos mis conocidos, para que sean más, sólo una amiga siga en Salamanca. Los demás se han ido a la capital y no a vivir de sus manos o a ir de reunión en reunión, sino de su cabeza. ¿No podrían entonces realizar su trabajo en cualquier lugar?

Los que los votan y los mantienen. Y escogen unos colores o un discurso bonito sobre un cartel a todo color. Si cada lista electoral se debe a sus siglas, o a su líder, que pinta el escaño 53 de cualquier partido. Que sólo se queden los líderes de cada facción con el poder proporcional a su número de votos y manden a los demás a casa, 350 en el Congreso y 264 en el Senado a servir de verdad y de modo voluntario. Y lo mismo los de los parlamentos subnacionales y supranacionales, que todavía se quejan de que sus homólogos europeos cobran más, quizás porque sus votantes también lo hacen. Todos a casa. Gestionar los impuestos es servir al que los paga, no garantizarse la vida.

Los que pagamos, y cobran, en B y los que ni estudian ni trabajan por propio, ausencia, de deseo. Los que cobran subsidios, pensiones e invalideces que no son tal y los que pidieron créditos de cinco ganando dos al creer que vivían en el canal Disney.

Los que queremos tener de todo y cada vez más barato. Porque compramos fuera productos hechos en quién sabe qué condiciones cuando dejamos al de al lado que se pudra mientras exigimos sus derechos sociales.

Los que no se atreven a hacer una reforma de verdad y permiten que pensiones superiores a muchos sueldos no paguen por medicinas que tienen triplicadas en casa porque el sistema no es eficiente. Los que protestan porque no se les hace una receta de Betadine y no saben lo que hay. Y hablo de la Sanidad, que en la Obra Pública, la Educación o la Administración seguro que hay quién me dice en qué agujero se va el dinero.

Cobardes todos, sólo así la matamos y ella sóla se murió.

jueves, 13 de mayo de 2010

nuevos juguetes

Fíjate en eso que brilla
encima de la camilla
que habrá en su interior
es mejor que un climatizador

este aparato es divino
dando datos es muy fino
da igual si hiela o hace calor
es una fábrica de sudor


Zoom, zoom..., cadencia, cadencia
zoom, zoom..., y tengo paciencia
apréndete estas palabras
son el nuevo abracadabra
zoom, zoom..., datos, datos,
zoom, zoom..., y me importa un watio
dale vueltas a la bola
que a todo el mundo le mola.

Te sientas encima y es como el cine
todo lo controlas, es un alucine
es como un ordenador personal
es mi nuevo powertap.


ya no tengo pretextos
para saltarme los entrenos
pedaleo dentro o fuera
no me hace falta carretera

ya no se ríen las nubes
ya no tirito los lunes
ahora me quedo indoor
haciendo caso al entrenador

da igual que sea de noche
o que esté lleno de coches
no lo oyen los vecinos
ni con ayuda del otorrino


Zoom, zoom..., culombio, culombio
zoom, zoom..., y me pego un voltio
apréndete estas palabras
son el nuevo abracadabra.
Zoom, zoom..., faradio, faradio
zoom, zoom..., y me importa un watio
dale vueltas a esta esta bola
que a todo el mundo le mola.

Te sientas encima vas de cine
todo lo controlas, es un alucine
es como un ordenador personal
es mi nuevo powertap

para los amantes de las bicicletas de papel

Meyrueis, Lozére, 26 de junio de 1977. Tiempo caluroso y nublado. Saco las herramientas del coche y monto la bicicleta. desde las terrazas de los cafés, turistas y lugareños observan. No son corredores. El vacío de esas vidas me turba.

Por todos los lados hay coches aparcados o circulando con cornamentas de ruedas y cuadros. Algunos corredores ya están rodando por los alrededores. Sonríen, saludan. No los conozco a todos. ¿Corredores de nivel? ¿Mediocres? A los buenos ciclistas se los distingue por la cara, y a los malos también, aunque eso sólo funciona con los que ya conoces.

Así empieza el Tour del Mont Aigoual, de 137 kilómetros que Tim Krabbé, exciclista aficionado holandés, recorre en su primera novela, en género de autoficción, a lo largo de 152 páginas desgranando sus pensamientos como si éstos fueran los eslabones de la cadena que le hace avanzar, intercalando anécdotas de los campeones de la época y de sus inicios como ciclista tardío a los 29 años con el desarrollo de la competición kilómetro a kilómetro.



Tim Krabbé. EL CICLISTA. los libros del lince.


Una persona consta de dos partes: una mente y un cuerpo. De las dos, el ciclista es, sin duda la mente. Que esa mente disponga de dos instrumentos -un cuerpo y una bicicleta- que deben ser lo más ligero posibles no viene al caso. Lo que Anquetil necesitaba era fe. Y para tener una fe sólida e inquebrantable no hay como estar equivocado.


(...)Si le hubieran prohibido a Anquetil ponerse el bidón en el bolsillo trasero en las subidas, jamás habría ganado el Tour de Francia.


Por el precio de las barritas de un fin de semana de salida larga podéis alimentar la mente con un libro de prosa tan ágil como el protagonista sobre su bicicleta. Acompañaremos al ciclista desde la salida hasta meta, superando puertos y adversarios, pensando en esas pequeñas cosas de las dos ruedas que todos hemos vivido. Muy recomendable, lo leeréis de un tirón, como en esas salidas en que el aire da a favor.

miércoles, 12 de mayo de 2010

welcome to the fish tank

Un ultrafondista menor de edad sale del Kurdistán y llega a las costas de Calais. Ha dejado su hogar a cuatro mil kilómetros de distancia. Treinta y un kilómetros y fuertes corrientes le separan de su amor. En el puerto de Calais se une a otros emigrantes de diversas procedencias que quieren llegar a la tierra de la Reina Madre porque creen que allí encontrarán El Dorado.



Mia tiene diecisiete años. Vive con una madre que quiso abortarla un par de veces cuando tenía su misma edad; y su hermana menor, amante de los programas donde sale gente rica presumiendo de su modo de vida, en cualquier suburbio de los que no se molestaron en votar a Cameron Brown. Viven de ayudas sociales y reparten su tiempo en beber, fumar y haraganear.


Bilal intenta cruzar al otro lado como polizonte en un camión. Pero es cazado por los gendarmes igual que otros cientos diariamente. La ley impide a los franceses dar cualquier tipo de ayuda a los ilegales para impedir que las calles de la ciudad se llenen de indocumentados, así que éstos pasan su tiempo en los alrededores del puerto esperando la sopa boba y la oportunidad de llegar al otro lado.


Mia no trabaja. No quiere estudiar. No ayuda a que el barrio sea un mundo mejor porque no sabe lo que está bien y lo que está mal. Sigue su moral marginal. Le gusta un caballo blanco que malvive en un vertedero. Le gusta el nuevo novio de su madre. Le gusta bailar. No le gusta el mundo. No se gusta.

Bilal decide aprender a nadar para cruzar al otro lado. Paga su entrada y pasa todas las tardes en la piscina. Allí un hombre tranquilo le enseñará los rudimentos de la natación y poco a poco irá implicándose con él. Al principio para llamar la atención de su ex, activista de los derechos humanos.


Mia aparece retratada en una fotografía sucia y mal encuadrada para que veamos la podedumbre de su vida vacía. Me cae mal y no entiendo sus motivaciones. Hay muchos como ella.

Calais es gris y oscura en invierno. El agua se agita violentamente a diez grados y los policias son enormes e implacables. La piscina es el único sitio luminoso.

Fish Tank tiene el premio del Jurado en Cannes, cada vez confío menos en este festival. Welcome el del público de Gijón, antaño asiduo a este certamen, pocas veces sus películas me dejan indiferente. La primera es lineal y totalmente previsible, tras desarrollarse de modo trágico acaba de cierto modo abierta a la esperanza cuando como espectador le deseo todo lo peor a la protagonista y sus familiares. La segunda es triste, nos hace pensar en los ultrafondistas por obligación y nosotros que lo hacemos por placer. En los que tienen papeles y los que no. Puedes pensar que quizás todo acabe bien, aunque lo más probable es que lo haga de modo duro, como la vida real. El único pensamiento positivo que sacas es pensar en la suerte que tienes por haber nacido en las coordenadas donde vives. Y ellos quieren venir y no saben a dónde. Bienvenidos al acuario, bienvenidos a ninguna parte.

martes, 11 de mayo de 2010

PERDIDOS

Después de seis temporadas vuelvo a encontrarme con la magia.



Déjare el vídeo grabando de madrugada el final simultáneo en todo el mundo, porque el día antes habré tenido los ojos bien abiertos intentándo verlo todo, sentirlo todo.
Sólo hay una cosa que se puede interponer en mi camino a la isla.



El humo negro.

lunes, 10 de mayo de 2010

me presento

En las webs americanas, para hacer inscripciones o símplemente para participar en el sorteo del soñado slot para la Isla, piden un montón de información que aquí llamaríamos del corazón. Nosotros estamos acostumbrados a poner nuestro nombre, dirección, teléfono propio y de emergencia, alergias y problemas médicos, fecha de nacimiento, talla de camiseta y número de tarjeta de crédito, lo que se sería un conjunto mínimo de datos para poder participar en una competición. Allí no, quieren saber qué te gusta, qué periódico lees, por qué quieres competir allí, con quién vas, qué has estudiado y a dónde has llegado, que curriculum deportivo posees y más cosas...


Cuando llego al item de logros personales, un recuadro blanco, vacío y sin tope de caracteres se extiende ante mi, ¿qué queréis que os diga?