sábado, 28 de julio de 2012
Atletos y Atletas
jueves, 28 de junio de 2012
no hay bestia tan feroz

lunes, 28 de mayo de 2012
la salud no es más que una cuestión de reentrenamiento físico
leído en
miércoles, 9 de mayo de 2012
Prehistoria olímpica
viernes, 13 de abril de 2012
ballenas
En un principio iba a ser comercial, destinada a vender muchos libros y generar ganancias, pero tras conocer a otro escritor, Nathaniel Hawthorne, decidió cambiar su enfoque de relato de peripecias sobre la caza de cetáceos, por algo más filosófico y metafísico, lo que hizo que su gran obra fuera un fracaso comercial y que tuviera que tras trabajar en aduanas muriera casi en el anonimato. Hasta varios lustros después, no se reconocería el gran valor de Moby Dick.
viernes, 6 de abril de 2012
de la vida y la muerte
(..)
Auður Ava Ólafsdóttir
Blackie Books
lunes, 13 de febrero de 2012
navegando por la vida
jueves, 6 de octubre de 2011
lecturas
domingo, 10 de julio de 2011
velobiblioteca
A pesar del cuidado aspecto de la bici y del ciclista de carretera, de su tradición y reglas , las más ortodoxas de todos los ciclistas, a pesar de ser tipos duros, acostumbrados a un fuerte esfuerzo tanto físico como mental (al rodar horas y horas solos, en ocasiones con algún compañero al que han de igualar el ritmo), los rodadores no son más unos tramposos interesados únicamente en la conservación de la energía, pues tratan de conseguir el material más ligero posible, la postura más aerodinámica y la estela de sus compañeros para ahorrar watios en el esfuerzo.
Ciclistas de carretera y triatletas comparten el mismo DNA, igual que las principales religiones monoteístas, ambos montan en bici no por el goce de hacerlo, sino como un ejercicio físico intensos y aman el carbono y lo último aunque acabaron separándose. Mientras los rodadores regatean hasta el último euro, los triatletas pagan al contado cualquier pieza que crean que les otorga alguna ventaja. Dice que los triatletas únicamente aman la bici porque forma parte del triatlón, que amarían igual los bolos si éstos formaran parte del deporte uno y trino, y que no piensan únicamente en la bici, pues siempre están pensando en lo que vendrá después en cada carrera, la bici después de nadar, correr después de pedalear, descansar después de correr.
Y a los no ciclistas les anima a montar en bici, es sano, es divertido y no hace falta perseguir el dolor, simplemente hay que montar en bici porque nos gusta. Sin hacer caso a las distintas disciplinas ciclistas que buscan el suplicio, como los rodadores, con su ropa ajustada, su electrónica para medir el grado de calvario sufrido y el pique unos con otros, sin sonreir, como un sadomasoquista, diferenciándose de éstos únicamente en la distinta parafernalia fetichista. Se refiere a los contrarrelojistas, o los triatletas, como masoquistas autoeróticos, pues hacen su tortura en soledad y con retención del esfínter anal...
Aunque reconoced que esforzarse en vencer una colina alcanzando su cima es un ejercicio de introspección y superación, porque el dolor por el esfuerzo, aunque la mayoría de las veces es opcional, es una ventana hacia nuestro interior. ¿O no?
sábado, 11 de septiembre de 2010
el poder de uno



Reunir a todos los insectos en el atrio de la iglesia. Escoltarlos hasta el corazón del oscuro bosque oscuro y, una vez allí, uno tras otro, disparar con pulso firme entre las costillas y el omóplato. Éstas serán las terribles instrucciones que en la Alemania de 1945 habrán de cumplir los quinientos civiles reclutados para integrar el batallón 303 de la policía de reserva.
Y tú, lector, eres uno de ellos.
Jorge Volpi, editorial Salto de Página
jueves, 13 de mayo de 2010
para los amantes de las bicicletas de papel

Tim Krabbé. EL CICLISTA. los libros del lince.
Una persona consta de dos partes: una mente y un cuerpo. De las dos, el ciclista es, sin duda la mente. Que esa mente disponga de dos instrumentos -un cuerpo y una bicicleta- que deben ser lo más ligero posibles no viene al caso. Lo que Anquetil necesitaba era fe. Y para tener una fe sólida e inquebrantable no hay como estar equivocado.
(...)Si le hubieran prohibido a Anquetil ponerse el bidón en el bolsillo trasero en las subidas, jamás habría ganado el Tour de Francia.
Por el precio de las barritas de un fin de semana de salida larga podéis alimentar la mente con un libro de prosa tan ágil como el protagonista sobre su bicicleta. Acompañaremos al ciclista desde la salida hasta meta, superando puertos y adversarios, pensando en esas pequeñas cosas de las dos ruedas que todos hemos vivido. Muy recomendable, lo leeréis de un tirón, como en esas salidas en que el aire da a favor.
jueves, 23 de abril de 2009
veintitrés de abril
