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sábado, 28 de julio de 2012

Atletos y Atletas

En 1928, culminaron las olimpíadas de Amsterdam.

Tarzán, alias Jonhnny Weissmuller, fue campeón de natación, y Uruguay, campeón de fútbol. Y por primera vez la llama olímpica, encendida en una torre, acompañó las jornadas del principio al fin.

Pero estos juegos resultaron memorables por otra novedad: por primera vez, participaron mujeres.


Nunca, en toda la historia de las olimpiadas, desde Grecia en adelante, se había visto nada igual.

En las olimpíadas griegas, las mujeres tenían prohibido competir, y ni siquiera podían asistir a los espectáculos.


Y el fundador de las olimpíadas modernas, el Barón de Coubertin, se opuso a la presencia femenina mientras duró su reinado:
- para ellas, la gracia, el hogar y los hijos. Para ellos, la competición deportiva.

Eduardo Galeano
Los hijos de los días.

jueves, 28 de junio de 2012

no hay bestia tan feroz


... un día dejé de luchar contra el destino. (...) A lo mejor tu destino es diferente. Pero algún día, a lo mejor mañana, a lo mejor de aquí a veinte años, cuando tengas cincuenta, te darás cuenta de que, seas lo que seas, y hayas hecho lo que hayas hecho, las cosas no podían haber sido muy diferentes. Verás que estás llamado a haceer en la vida precisamente esto y que cuando todo se acabe y llegue la hora de hacer balance, así habrás vivido y eso es lo que habrás hecho, sea lo que sea. Ahora todavía te quedan esperanzas, pero algún día las dejarás atrás. Por eso se tienen hijos, para tener a alguien en el que poner tus esperanzas.

Edward Bunker
no hay nada tan feroz
Sajalín  editores.

Mr Blue en Reservoir Dogs, antes  fue el preso más joven de San Quintín, y a los 42 años había pasado 18 en prisión. llegando a figurar en la lista de los  diez fugitivos más buscados por el FBI. Atracos, drogas y extorsión parecían llevarle a una muerte precoz, pero la esposa del productor de Casablanca, interesada en rehabilitar reos, le regaló una máquina de escribir, una subscripción al New York Time Books Review y un curso universitario por correspondencia. Lector voraz, volvería a caer en su vida anterior con la muerte de su mentora. Pero lograría finalmente reformarse y convertirse en escritor y actor.

Max Dembo es su alter ego en No hay nada tan feroz, una impresionante compañía para estas tardes de verano, si es lo que estáis buscando...


no hay  bestia tan feroz, 
que  no conozca algo de piedad
Ricardo III,  escena 1, acto 2

lunes, 28 de mayo de 2012

la salud no es más que una cuestión de reentrenamiento físico



Alfred Jarry, a principios de 1900, opone la emoción estética de la velocidad, al Sol y la luz; a los ciclistas que se creían poetas y se ralentizaban en la carretera para contemplar los puntos de vista, prefiere los que se sirven de esta máquina de engranajes para capturar en un condensado rápido las formas y los colores, en el menor tiempo posible, a lo largo de carreteras y pistas.

leído en

Varias historias de este autor cuyo nexo de unión es la bicicleta, en la carrera de las 10.000 millas un equipo de ciclistas alimentados en exclusiva con el Perpetual Motion Food (cuya composición básica era estricnina y alcohol puro, la única bebida higiénica) reta a un tren en una trepidante carrera sin pausa.

En El peatón temerario arremete contra los peatones, (el peatón corre menos riesgos que el ciclista o el conductor, se expone a una simple caída desde su altura y no a una proyección fuera del aparato de velocidad, ni al destrozo de dicho aparato), por tanto, hasta que no cese esta locura consistente en dejar que la gente circule a pie, sin previa autorización, matrícula, freno, timbre, bocina ni faros, tendremos que vérnoslas con ese peligro público, el peatón temerario. 

Y en La pasión considerada como una carrera de montaña Jesús derrapa en el Gólgota en una peculiar carrera ciclista.

miércoles, 9 de mayo de 2012

Prehistoria olímpica


Un aplaudido desfile antropológico abrió los juegos olímpicos de 1904, en la ciudad norteamericana de Saint Louis.

Desfilaron los negros, los indígenas, los chinos, los enanos y las mujeres.

Ninguno de ellos pudo participar en las competencias atléticas, que comenzaron al día siguiente y duraron  cinco meses.



Fred Lorz, blanco y macho, gano la maratón, que era la competencia más popular. Poco después se supo que había corrido la mitad del circuito en el automóvil de un amigo.


Ésa fue la última trampa olímpica ajena a la industria química.

Desde entonces, el mundo deportivo se modernizó.

Ya los atletas no compiten solos. Con ellos compiten también las farmacias que contienen.

Eduardo Galeano
Los hijos de los días.

viernes, 13 de abril de 2012

ballenas

El señor Melville, ante la imposibilidad de acudir a la Universidad, decidió aprender en la escuela infinita del mar. Se enroló en un ballenero, desertó y vivió una temporada entre caníbales. De vuelta a su patria decidió ser escritor mientras vivía de su sueldo de profesor, al principio tuvo éxito con sus novelas de aventuras donde reflejaba su vida, pero un día se levantó y decidió escribir la gran novela norteamericana.

Para escribir un buen libro, debes elegir un gran tema.
La ballena fósil, Moby-Dick.

En un principio iba a ser comercial, destinada a vender muchos libros y generar ganancias, pero tras conocer a otro escritor, Nathaniel Hawthorne, decidió cambiar su enfoque de relato de peripecias sobre la caza de cetáceos, por algo más filosófico y metafísico, lo que hizo que su gran obra fuera un fracaso comercial y que tuviera que tras trabajar en aduanas muriera casi en el anonimato. Hasta varios lustros después, no se reconocería el gran valor de Moby Dick.

Philip Hoare, inglés, creció enamorado de las ballenas y reconoce que, como mucha gente, vuelve una y otra vez a un texto que le hechiza. Mientras algunos a su lado estudian sus libros sagrados, él repasa Moby Dick.

Moby-Dick, o la ballena, se publicó en 1851. Hoare nos enseña que antes vimos a la Tierra desde el espacio que a una ballena nadar en libertad, y que aún desconocemos casi todo de estos gigantescos mamíferos casi exterminados, porque la ciencia de su destrucción fue muy superior a la de su estudio. Por eso creo que Leviatán o la ballena, es el complemento perfecto para leer después de Moby-Dick o la ballena.

Ambos libros son relatos enciclopédicos centrados fundamentalmente en el cachalote, uno de los animales más grandes que existen y del que ignoramos muchísimas cosas. Melville nos cuenta la obsesión de un capitán por cazar una ballena intercalando capítulos sobre la vida en el mar, la religión, el saber sobre los cetáceos, reflexiones morales y Hoare empieza a hablar y poco a poco comparte con nosotros todo lo que sabe, obsesionado con Melville, reconstruye toda su biografía y relaciones que le llevaron a escribir sobre la ballena blanca. Y además nos descubre que los derivados obtenidos de las ballenas llenan nuestro mundo.

Ambas obras son voluminosas, e irregulares. A ratos pesadas, a ratos muy entretenidas, las dos dejan un regusto muy dulce tras su lectura y reposo. La lectura de Moby-Dick se facilita por su estructura en 135 capítulos. 


Llamadme Ismael...
Así empiezan las aventuras del Capitán Ahab y su prótesis de mandíbula de cachalote en busca de la ballena albina que le amputó la pierna.  

Una ballena que puede sumergirse a kilómetros de profundidad, donde es capaz de permanecer durante largos periodos gracias a al  corazón bombea su sangre (proporcionalmente 2/3 más que la de un ser humano) a diez pulsaciones por minuto, por unas arterias en las que una persona podría nadar. Y en el fondo del mar tiene mucho rato para pensar, eso se cree, pues se le atribuyen a estos seres distintas culturas y sistemas sociales avanzados: comparten recuerdos, transmiten conocimientos, forman grupos, cooperan  y se ha observado que tienen neuronas relacionadas con el uso de herramientas. Incluso hay quien postula que manejan conceptos abstractos y que podrían tener religión. En su lenguaje hay acentos según el grupo al que pertenezcan.


La mayor compañía de café del mundo, originariamente creada por un profesor de inglés, otro de historia y un escritor, tomó su nombre del primer oficial del Pequod. Incluso puede que un día en sus locales suene la música del bisnieto del escritor de Moby-Dick.

Las enormes ballenas y las pequeñas cosas particulares desaparecen y las franquicias toman el lugar de todo.

¿Quién no es esclavo? Decídmelo
Espejismos, Moby-Dick.

viernes, 6 de abril de 2012

de la vida y la muerte

Y cómo fue eso de ver nacer a la niña
Una sorpresa total.
Cuál es la sorpresa
Uno piensa en la muerte. Cuando uno acaba de tener un hijo, sabe que algún día morirá.


(..)


No es que morir sea nada especial, la mayor parte de los mejores hijos e hijas de la tierra han muerto antes que yo. Está bien claro que el día de mi muerte será un día de alegría para muchos habitantes de este mundo, pues antes de la puesta del sol habrán nacido incontables niños para sustituirme, y se habrá celebrado una infinidad de bodas.

 Auður Ava Ólafsdóttir

Rosa cándida


Rosa cándida no es una historia triste, al contrario. Otros libros para comprender que ya no somos invencibles y que el mundo que nos rodea está cambiando, que nos hacemos mayores, y que la muerte ronda a los que queremos, o a nosotros mismos, pueden ser:

+ Un adiós especial, de J. Farmer, editorial Astiberri.
+ La lluvia amarilla, de J. Llamazares, ed. RBA
+ Cosas que los nietos deberían saber, M.O.Everett, ed.
Blackie Books

lunes, 13 de febrero de 2012

navegando por la vida


En este raro y confuso asunto que llamamos vida hay ciertos extraños periodos en que un hombre toma todo este universo por una broma enorme, aunque apenas pueda vislumbrar su gracia, y tiene más que sospechas de que la broma se dirige exclusivamente a él. Sin embargo, esto no le deprime y nada parece digno de discusión. Engulle todos los sucesos, todos los credos, creencias y convicciones, todas las cosas duras visibles e invisibles, no importa cuán duras sean, al igual que un avestruz de potente digestión asimila balas y perdigones. Y en cuanto a las pequeñas dificultades y preocupaciones, perspectivas de un repentino desastre, peligros de vida y mutilación; todas estas cosas, y la misma muerte, tan sólo le parecen golpes taimados y bienintencionados, puñadas traviesas en el costado propinadas por el invisible e inescrutable viejo bromista. Esa extraña suerte de estado de ánimo caprichoso del que estoy hablando se apodera de un hombre sólo en algún periodo de extrema tribulación; le acomete en plena seriedad, de modo que lo que poco antes podía haberle parecido una cosa de los más importante, ahora no le parece más que una broma colosal. 

H. Melville
Moby-Dick o La Ballena


jueves, 6 de octubre de 2011

lecturas

Ahora que llega el otoño y se acortan los días y los entrenos, permítanme recomendarles un trío de lecturas. Tomen un buen asiento.



Habibi, la esperada última novela gráfica de Graig Thompson. Es más que un tebeo. Sólo he podido degustar unas pocas páginas, pero creo que se va a convertir en uno de mis favoritos. Si pincháis en Ursa la osa, tendréis acceso al primer capítulo.


Antes de que Scorsese lo ponga de moda rodando por primera vez en 3D os recomiendo este libro que ronda por mi casa desde hace un par de años. La historia es adecuada para un público infanto-juvenil, pero iengancha, y las preciosas ilustraciones remiten a una película de las clásicas en blanco y negro. No os defraudará, y creo, y espero, que la película tampoco.


Y si las lecturas que superan las quinientas páginas os asustan, os dejo lo último de Paco Roca, el galardonado autor de Arrugas, librito ligero que a más de uno hará sonreir al sentirse identificado. Esos chicos de treinta y tantos que ven cómo la vida va cambiando aunque ellos piensen que siguen igual que siempre.

domingo, 10 de julio de 2011

velobiblioteca

Entre los muchos recuerdos de nuestro paso por San Francisco, está este libro, que se suma a nuestra  incipiente tribiblioteca, subsección velobiblioteca. Escrito por un famoso bloguero neoyorquino, explica los inicios del ciclismo como deporte y algo más, establece una taxonomía de todas las tribus que usan la bicicleta y da su opinión sobre múltiples aspectos de este modo de vida, la obsesión por el carbono, por las fixies de manillares cada vez más estrechos, los hierros...


¿Os habéis preguntado alguna vez cuáles son las cosas realmente importantes de la vida? Si tenéis dudas, el autor sugiere echar un vistazo a los Amish. No tienen cremalleras, ni electricidad, ni spotify, ... pero tienen bicicletas.


Analiza por qué nos gusta rodar en bicicleta y nos compara a vampiros, pues ambos tenemos dobles vidas, poderes sobrenaturales y no nos regimos por las mismas reglas que el resto de la humanidad, aunque nos diferenciamos de éstos porque podemos tomar todo el pan de ajo que queramos, podemos rodar de día y de noche y algunos no tenemos tanta necesidad de conseguir sangre o matar.


A pesar del cuidado aspecto de la bici y del ciclista de carretera, de su tradición y reglas , las más ortodoxas de todos los ciclistas, a pesar de ser tipos duros, acostumbrados a un fuerte esfuerzo tanto físico como mental (al rodar  horas y horas solos, en ocasiones con algún compañero al que han de igualar el ritmo), los rodadores no son más unos tramposos interesados únicamente en la conservación de la energía, pues tratan de conseguir el material más ligero posible, la postura más aerodinámica y la estela de sus compañeros para ahorrar watios en el esfuerzo.


Ciclistas de carretera y triatletas comparten el mismo DNA,  igual que las principales religiones monoteístas, ambos montan en bici no por el goce de hacerlo, sino como un ejercicio físico intensos y aman el carbono y lo último aunque acabaron separándose. Mientras los rodadores regatean hasta el último euro, los triatletas pagan al contado cualquier pieza que crean que les otorga alguna ventaja. Dice que los triatletas únicamente aman la bici porque forma parte del triatlón, que amarían igual los bolos si éstos formaran parte del deporte uno y trino, y que no piensan únicamente en la bici, pues siempre están pensando en lo que vendrá después en cada carrera, la bici después de nadar, correr después de pedalear, descansar después de correr.



 Ataca a la industria como madre de la conspiración de que los sillines causan impotencia y da una serie de normas a los no ciclistas para comportarse con los ciclistas, así como consejos a los ciclistas  sobre cómo rodar y mantener la bici. Defiende la bicicleta por goce, por estilo de vida, sin subculturas y menos con modas que no comprende como la ausencia de frenos y las bolsas de mensajero.

Y a los no ciclistas les anima a montar en bici, es sano, es divertido y no hace falta perseguir el dolor, simplemente hay que montar en bici porque nos gusta. Sin hacer caso a las distintas disciplinas ciclistas que buscan el suplicio, como los rodadores, con su ropa ajustada, su electrónica para medir el grado de calvario sufrido y el pique unos con otros, sin sonreir, como un sadomasoquista, diferenciándose de éstos únicamente en la distinta parafernalia fetichista. Se refiere a los contrarrelojistas, o los triatletas, como masoquistas autoeróticos, pues hacen su tortura en soledad y con retención del esfínter anal...


Aunque reconoced que esforzarse en vencer una colina alcanzando su cima es un ejercicio de introspección y superación, porque el dolor por el esfuerzo, aunque la mayoría de las veces es opcional, es una ventana hacia nuestro interior. ¿O no?


sábado, 11 de septiembre de 2010

el poder de uno

¿Una persona es peligrosa? ¿Puede una persona cambiar el mundo? El hombre solitario es una bestia, o un dios. Aristóteles.


Decía el mismo autor que el hombre es un ser social. ¿Tenía razón Rousseau o Hobbes al afirmar que el hombre era bueno o malo por naturaleza?


Yo no tengo miedo a las personas, al ser humano uno por uno. Me da miedo la gente. Porque la gente ya no piensa como un sumatorio de varios, sino como uno, y tengo miedo de quién sea ese uno.


Me encanta la portada de Oscuro Bosque oscuro, de Jorge Volpi. Hay un bosque, oscuro, como de cuento. Pero aquí el cuento es real, como quizás también lo fueron aquellas historias infantiles que aquí acaban de otro modo. La historia de un grupo de hombres demasiado viejos para ir a la guerra pero que todavía pueden cumplir un gran servicio... Me ha encantado la forma y el fondo de las ciento cuarenta y siete páginas.


Reunir a todos los insectos en el atrio de la iglesia. Escoltarlos hasta el corazón del oscuro bosque oscuro y, una vez allí, uno tras otro, disparar con pulso firme entre las costillas y el omóplato. Éstas serán las terribles instrucciones que en la Alemania de 1945 habrán de cumplir los quinientos civiles reclutados para integrar el batallón 303 de la policía de reserva.

Y tú, lector, eres uno de ellos.

contraportada de Oscuro bosque oscuro
Jorge Volpi, editorial Salto de Página


Basado en un hecho real, la historia no se sitúa en ningún lugar del tiempo y el espacio concreto, nos hace partícipes del relato y podemos imaginarlo donde queramos. Lo inquietante no es el cuento de horror que plantea, sino saber que cada uno de los quinientos tuvo la oportunidad de dar un paso atrás y volver a su casa... y el saber que un día, en cualquier momento, pueda repetirse.

jueves, 13 de mayo de 2010

para los amantes de las bicicletas de papel

Meyrueis, Lozére, 26 de junio de 1977. Tiempo caluroso y nublado. Saco las herramientas del coche y monto la bicicleta. desde las terrazas de los cafés, turistas y lugareños observan. No son corredores. El vacío de esas vidas me turba.

Por todos los lados hay coches aparcados o circulando con cornamentas de ruedas y cuadros. Algunos corredores ya están rodando por los alrededores. Sonríen, saludan. No los conozco a todos. ¿Corredores de nivel? ¿Mediocres? A los buenos ciclistas se los distingue por la cara, y a los malos también, aunque eso sólo funciona con los que ya conoces.

Así empieza el Tour del Mont Aigoual, de 137 kilómetros que Tim Krabbé, exciclista aficionado holandés, recorre en su primera novela, en género de autoficción, a lo largo de 152 páginas desgranando sus pensamientos como si éstos fueran los eslabones de la cadena que le hace avanzar, intercalando anécdotas de los campeones de la época y de sus inicios como ciclista tardío a los 29 años con el desarrollo de la competición kilómetro a kilómetro.



Tim Krabbé. EL CICLISTA. los libros del lince.


Una persona consta de dos partes: una mente y un cuerpo. De las dos, el ciclista es, sin duda la mente. Que esa mente disponga de dos instrumentos -un cuerpo y una bicicleta- que deben ser lo más ligero posibles no viene al caso. Lo que Anquetil necesitaba era fe. Y para tener una fe sólida e inquebrantable no hay como estar equivocado.


(...)Si le hubieran prohibido a Anquetil ponerse el bidón en el bolsillo trasero en las subidas, jamás habría ganado el Tour de Francia.


Por el precio de las barritas de un fin de semana de salida larga podéis alimentar la mente con un libro de prosa tan ágil como el protagonista sobre su bicicleta. Acompañaremos al ciclista desde la salida hasta meta, superando puertos y adversarios, pensando en esas pequeñas cosas de las dos ruedas que todos hemos vivido. Muy recomendable, lo leeréis de un tirón, como en esas salidas en que el aire da a favor.

jueves, 23 de abril de 2009

veintitrés de abril

Hoy es veintitrés de abril, San Jorge, fiesta en Aragón (donde parece que no tengo lectores), Cataluña y mi comunidad, Castilla-León, la que menos sentimiento de comunidad tiene de toda la península...

Hoy es el día del libro, conmemorando el fallecimiento de Shakespeare y Cervantes, si bien lo hicieron en calendarios distintos, así el inglés lo hizo por el calendario juliano, que viene a ser el 3 de mayo del gregoriano de uso actual, por cierto, propuesto al papa Gregorio por estudiosos de la Universidad salmantina. Aunque algunos también celebraremos el nacimiento de otro grande.

Para gustos los colores, así que los catalanes que escojan la rosa que más les guste, y los alemanes la cerveza que prefieran en su día nacional de la bebida, aquí os dejo mi recomendación literaria para este año, Espejos, del cual ya os he colado fragmentos en los últimos meses. Trescientas sesenta y pico páginas con otros tantos relatos que pueden leerse de un tirón o uno diario, como aquellos libros de cuentos de cuando éramos pequeños.


Espero que os guste, Ramón ya lo tiene. Si no os gusta, los libros son la mejor decoración de una casa, si os gusta son la mejor decoración del pensamiento.

Por cierto, desde este año en la columna de la derecha también figuran mis otras aventuras.