Hace años, cuando al coronel John
Collins se le ocurrió enlazar las tres pruebas de larga distancia de la Isla, muchos le tacharon de
loco. Pero acababa de nacer un deporte que ahora muchos practican con pasión.
Corren tiempos ahora del “y yo
más”, “cuánto más mejor”, “aquí cruzarás tu límite” y otros epítetos que
adornan pruebas de resistencia a cual más dura e imaginativa.
De aquellos primeros triatlones
de unos pocos participantes, que seguramente acabaron siendo amigos, pocos
quedan. La criatura ha crecido, se ha hipertrofiado, y sirve a otros amos que
lo que quieren es ganar dinero más que ayudar ensanchar el espíritu de los que
en ellos confían.
Y muchos se conforman más con la
imagen y los números que con el verdadero sentimiento de vencerse a lo largo de
la prueba.
El Norseman me parece un triatlón
original y radical, original y radical en el sentido de volver a las raíces, a
los orígenes del triatlón y de la larga distancia. Siento haber defraudado a
los que buscan cualquier cosa con estos adjetivos, de los que últimamente se
abusa, pero aunque mole y sea cool (por el frío que puede llegar a
pasarse), afortunadamente no está de moda, y aún no hay medioNorseman, ni acaso
una franquicia a latitudes más meridionales, ni su logo se reproduce mil y una
vez en cualquier artículo destinado al consumo de un grupo de deportistas cada
vez más pijo.
El Norseman es único. Gustará más
o menos. A unos no les llamará en absoluto y a otros los recibirá una y otra
vez con los brazos abiertos, aunque luego en carrera los sitúe en su sitio.
En este triatlón participan 250
personas. Cada vez hay más solicitudes. Apartado el cupo de noruegos y de
élites, el resto de los participantes accede por sorteo y criterio del director
de carrera, que para eso pide un pequeño currículo deportivo en pruebas de este
tipo.
LUGAR
La salida está en Eidfjord, a la
misma latitud que Anchorage (Alaska) y la meta está en el Gaustatoppen, a sus faldas
está la localidad de Rjukan, a 197km de la natación. Dos zonas de transición
distintas separadas por casi 200km en un país en el que la velocidad por ley
está limitada a 80km/h y a poco más por la orografía (curvas, carreteras de
montaña, ferris, túneles, presencia de autovías únicamente en las salidas de
las ciudades...), por lo que conviene reservar hotel rápidamente tan pronto se
sea aceptado en ambos lugares, aconsejo los que recomienda a su vez la
organización, pues ambos están en el centro de todo el meollo y ofrecen más
comodidades que las alternativas que podamos encontrar. Eidfjord es un pequeño
pueblo transición entre el fiordo y las montañas, preciosos alrededores para
visitar, entre ellos el Voringfossen, quizás la caída de agua más visitada de
toda Noruega. Allí fue lo más cerca que conseguimos hotel, a 20km y 6 túneles
de meta, quizás los 20km más duros de todo el circuito de bici.
Recomiendo entrar al país por
Bergen y salir por Oslo. Así hacemos un viaje lineal y descubrimos nuevos
lugares. Si se entra y sale por Bergen, creo que es mejor volver por el mismo camino,
no sólo es el más bonito sino que los que recomiendan los distintos navegadores
me parecen más incómodos y poseen más
trasbordos en ferry. A Eidfjord se llega por Ferry, pero para junio del año que
viene un majestuoso puente unirá ambas orillas.
Los peninsulares de la costa este
tienen más fácil llegar a Bergen, pues de algunas ciudades salen vuelos
directos y más baratos que desde la capital. Si hubiera dispuesto de más tiempo,
mi primera opción era hacer noche en una de estas ciudades y volar sin escalas.
ORGANIZACIÓN
Me gusta la organización del
Norseman, minimalista pero eficaz. Cómodo checking, pegatinas para identificar
el coche, pulseras para identificar acompañante y atleta, dorsal con el nombre,
chip, una bolsa de tela para dejar las prendas que nos quitemos antes de saltar
del ferry y una camiseta de algodón para identificar al equipo. Nada más.
El día antes de la carrera, nos
reunimos todos en el polideportivo del lugar para el briefing en inglés,
espectáculo de danza y saludos en varios idiomas, entre ellos el castellano.
Repaso de los vídeos colgados en la red y apunte de algunas cosas de última
hora. Varios organizadores resolviendo dudas en varios idiomas, entre ellos el
que usamos los dos únicos españoles que allí se encuentran.
Tengo pendiente hablar de los
tramposos, pero no me pareció que en esta carrera la gente hiciera trampas. Ni
atisbo de intento de drafting. Las cuestas, se subían en paralelo. He visto
gente con tres pares de ruedas en el coche, otra cosa es que estuvieran
dispuestos a utilizarlas todas en carrera. Otra situación prohibida es que el atleta
se siente en el coche, reciba ayuda con el vehículo en marcha o que el coche no
esté aparcado con las cuatro ruedas a la izquierda de la línea que delimita la
carretera. No hay arcenes en las carreteras noruegas, pero sí muchos lugares
para detenerse.
APOYO Y VEHÍCULOS
El equipo de apoyo ha de constar
de una persona mínimo y un solo vehículo. He visto desde una moto a un BMW GT,
pasando por caravanas y a toda la familia preparando bidones y ayudando a
vestirse al atleta, aunque sólo dan identificación para una persona. Cuanto más
grande sea el automóvil mejor, mejor ordenado irá todo, a los locales les gusta
llevar las cosas en contenedores de plástico: las cosas de lluvia, de carrera,
de abrigo, repuestos, bidones de colores, comida... Esto está muy bien si se va
con apoyo a tope, pero si se va de turista hay que tener en cuenta que hay que
desplazar todo el equipaje (junto con la bicicleta que el acompañante ha de
recoger de T2 a 25km de meta…) de una transición a otra si se decide hacer
noche en la meta (y ahorrarse 3 horas de conducción al acabar el triatlón,
además la camiseta finisher se entrega al al día siguiente…
Importante que vuestro apoyo esté
mínimamente familiarizado con desmontar una bici y/o cargarla en el coche…
Es un día largo para el equipo de
apoyo: se levantarán a la misma hora que el atleta y tras despedirlo cuando
monte en el ferry pasarán solos lo que dure la natación, luego ayudarán a hacer
la T1 y T2 lo más
cómodo posible y recogerán todo, conducirán con cuidado, pararán y arrancarán
según lo convenido, pasarán frío, posiblemente se mojen, se agobiarán
intentando cumplir las peticiones del atleta lo más rápido posible y luego
tendrán que buscar un aparcamiento lo más cerca posible del punto de corte para
acompañar al atleta a la cima del Gaustattoppen, cinco pedregosos y empinados
kilómetros. El triatleta bajará en ascensor, el/los acompañantes lo harán por
el mismo lugar por donde subieron (el clima puede cambiar, puede oscurecer...),
aunque vi acompañantes usando el ascensor sin problema (ellos pagan, el atleta
no).