





Primero se llevaron a los negros,




y luego dicen que el pescado es caro, Sorolla
y a mi que me parece barato...
ÚLTIMA HORA:
Maldecir y otras procacidades en la persona cuyo nombre me reservo por avisar a los Municipales no tiene precio. Aparcar en sitio reservado a O C H O ambulancias donde N U N C A aparca ninguna, porque lamentablemente siempre están en funcionamiento, 60€. Añadir que en este sitio siempre aparcamos los trabajadores de este Servicio, ninguneados por la dirección, la cual tiene lugar reservado, con puerta con llave y marquesina, para proteger un coche que pasa menos horas a la intemperie que los nuestros.
Furacanada: dícese de la acción de competir todos y cada uno de los fines de semana, siempre que lo pida el cuerpo y escuchándolo. Amante de todo tipo de competencias, gusta de todas las distancias y tipos pedestres, travesías y de los cuadriatlones y triatlones de media y corta distancia.
Jaramugada: competir por competir, pero disfrutando en la superación. Cuanto más lejos y mayor dureza mejor. No hay dolor. Semper finisher. A la gloria atravesando la adversidad. Puede equivaler en ocasiones a machada, muchas veces gestada en la ribera del río entre amigos mientras suena Cash. Si no hay prueba a la que acudir, se inventa.
Chulada: el entrenamiento y competición como continuación de la amistad. Quejas antes, risas durante y después. Siempre en compañía.
Cabezada: Cada competición es fruto de la reflexión y ha sido cuidadosamente preparada. Destierra la cantidad a favor de la calidad. Generalmente pocas y emblemáticas pruebas. Enfoque integral hacia el objetivo último, incluyendo concentraciones periódicas con similares para desarrollarse compartiendo.
Talinista: Seguidor de la doctrina anterior que una vez llegado el fin último al que orientó su primer entrenamiento, generalmente a mitad de temporada, dedica la otra mitad a hacer jaramugofuracanadas.
¿Y tú?
dedicado con cariño a todos, si molesta dejad constancia y la entrada será retirada.
muerte entre las flores
a seguir conquistando dorsales..


Y quizás, otra herida (omni vulnerant, ultima necat), es la facilidad de conseguir películas en la red. Nunca he sido de ir al videoclub, incluso cuando voy a casa de los suegros no me gusta pagar por una película que ofrecen por cable. Para pagar voy al cine. Tampoco soy fetichista de comprar películas, sólo tengo un dvd, Pesadilla antes de Navidad. Para guardar prefiero los libros, su olor, su tacto, sus recuerdos, y lo bien que quedan en la librería. Pero ahora, basta un ordenador, un poco de paciencia y tienes lo que quieras en la pantalla, cada vez más grande, del salón. Y puedo verlo todo, lo que estrenaron en mi ciudad y lo que tuvo un paso fugaz por un festival. Digo paciencia porque, excepto en las vos, no soporto el screener. Prefiero la calidad de dvd, a ser posible español, porque el acento extraño me pone nervioso.


Llevo cuatro años corriendo esta mítica prueba. Cuatro años con la tradición de comer en La Pasta Gansa y pintarrajear en sus manteles. Espero iniciar una nueva costumbre este año cenando la noche anterior en un japonés, porque el maki es de las cosas que hacen feliz a A. y en este caso las vistas al Kursaal y la situación en el paseo de Salamanca señalaban estupendas coincidencias.
el mar se rinde a los pies de A.
Este año la Behobia-San Sebastian cumplía 44 años. La feria del corredor inaguraba localización en el Kursaal y, entre otros, había stands de ropa Ironman. Cada vez se ven, o por lo menos reconozco, más triatletas en la línea de salida.
Desayuno en una pastelería-cafetería donde ofrecen 4 napolitanas de crema al precio de tres. Hay acentos de toda españa apurando sus cafés. Ojeo el periódico, las páginas centrales contienen decenas de anécdotas de la carrera.
Un tren azul, con salidas cada 15', traslada en sus vagones repletos a cientos de corredores que en el trayecto cuentan sus experiencias, aspiraciones y miran con recelo a los que llevan pegatinas para el guardarropa de colores que denotan salida en los puestos delanteros.
billete a la fama...
let's party
El primer año salì con dorsal blanco, igual que otros diez mil corredores. Parecida a una salida de natación donde todo el mundo sale a muerte y te tienes que abrir paso con los brazos. Los siguientes tres años he salido con dorsal verde, lo cual me aseguraba la salida a la vez y justo detrás que los amarillos, los pros y pro-pulares.
cola en los komunak
Cinq minutes, cinco minutos, bost minutu y decenas de camisetas viejas y gigantescas bolsas de basura vuelan por encima de nuestras cabezas. Quince minutos antes han salido los que corren sobre ruedas, que tardarán 15' que el mejor Chema Martínez, pero éste va sin casco aero ni ropa de lycra.
El recorrido es un continuo sube y baja flanqueado continuamente por público. No pasan 10mts sin que haya nadie animando (excepto en el puerto de Pasajes) y en ocasiones hay hasta triple fila. Reconozco algunos fieles de la carrera, como la heavy familia con la furgoneta con música rock a todo trapo y su largo mástil con Ikurriña y bandera pirata gritando aupas y ánimos mientras el padre ofrece gajos de naranja. Los simpatizantes de los presos siempre ocupan la misma curva antes de entrar en Pasaia. Seguro que hay muchos más, sobre todo niños que no paran de chocar tu mano soñando con correr algún día. Yo choqué todas las que pude y este año, por primera vez, me animaban por mi nombre.
La banda de música señala el inicio de la última subida, la peor, donde más gente anima, donde más se sufre, donde el premio es la ovación y la larga bajada a meta, en esa recta larguísima donde ya no ves la gente que te aplaude, sólo deseas atravesar el último arco, el que lleva el cronómetro.
Debía hacer 5km a ritmo medio, otros doce un poco más fuertes y los últimos a voluntad, por sensaciones. Difícil contenerse cuando tienes más de diecisesis mil personas detrás y a punto de salir te saludan triatletas canarios que conociste en tierras charras y volviste a encontrar en Holanda. Pero yo a mi ritmo, incluso cuando podía subir una marcha y me adelantan tres compañeros de mi club de atletismo. A mi ritmo a pesar de que por los lados te pase todo tipo de gente. Casi toda la carrera la hice con Nerea, a la postre novena clasificada. A veces ella iba por delante, otras por detrás, al final por detrás, siempre escoltada por su liebre. Esta vez yo iba sin afeitar, por lo que las palabras Aupa neska iban dirigidas a ella (a pesar de mi tamaño y peculiar forma de correr hay gente que me confunde...).
recuperar la mochila me llevó más de 30'...
los hombres de negro
Un lunes por la mañana donde ninguno trabaja, me consta que tampoco lo hicieron por la tarde..
hasta la vuelta
Lo único malo del viaje fue la salida hacia Salamanca. Me recordó a otro que hice hace, déjenme que eche cuentas, 32 años y cinco más nueve meses, 33 años y dos meses y que acabé ganando. Salimos millones por un sitio muy estrecho, avanzando a trompicones, al final llegué sólo yo. Qué hubiera pasado si hubiera ganado otro?? Pd: los que iban en moto me adelantaban por los arcenes.