sábado, 4 de diciembre de 2010

ya no queda casi nada de lo de antes, y lo que hay, ha cambiado...

Se levanta el aprendiz de triatleta y consulta el diario que le guía en su camino. Antes de teclear su clave y sumergirse en su cuaderno de entrenamiento, echa un vistazo a la cita que figura en portada, atribuída a un alpinista francés, de los clásicos, ya fallecido.

Pocas cosas subsisten en nuestros días, ya no existe ni la noche, ni el frío, ni el viento, ni las estrellas. Todo se ha neutralizado. ¿Dónde está el ritmo de la vida? ¡Todo va tan aprisa y hace tanto ruido! El hombre apresurado ignora la hierba de los caminos, su color, su olor, sus reflejos cuando el viento lo acaricia. Gastón Rebuffat (1921-1985)

Tranquilamente se viste, ha madrugado. Apenas deja la cara descubierta para que el viento la abofetee. Sale a la calle y espera a que el gepese se sitúe, varios vahos salen de su boca en lo que esto sucede. Como si de una salida oficial se tratara, sale a trotar con el pitido. Poco a poco encuentra el ritmo marcado. Siente el frío en la cara, en los brazos, si acelera el paso los muslos dejan de quejarse. Los otros madrugadores ya están a sus labores y poca gente se encuentra camino del campo. A lo lejos una niebla espesa hace que cielo y tierra pierdan su continuidad. Pronto se da cuenta de que es lo único cercano que hace ruido, a los lados la cencella le observa mientras de vez en cuando el hielo cruje bajo sus pies. Llega a la cruz y empieza la vuelta a casa. Ahora el viento le lleva y ve acercarse la ciudad sacudiéndose la bruma. Ahora es él quién genera la neblina y se pregunta cuántos han madrugado antes que él para que la ciudad esté así.

Se quita la ropa delante del espejo y observa su cuerpo enrojecido. Nota el calor del hogar y al final del pasillo una presencia tranquila. Poco a poco el agua caliente empieza a ser muy agradable y la piel vuelve a tener el color que tenía debajo del edredón. Prepara zumo para dos.

12 comentarios:

Pablo Cabeza dijo...

Lo bello de estar ahí, en la intemperie, cuando nadie te ve, es eso mismo... estás tu solo ahí, sintiendo el frío, el viento, la mañana ó la tarde y sabes que los que están cobijados, rodeados de ruidos, ó a la luz artificial en pleno día, no conocen ni sienten lo mismo que tú...

Xocas dijo...

Una entrada sobresaliente. La verdad es que estos entrenos invernales cuestan al principio, pero al espíritu le sientan de maravilla.

CiegoSabino dijo...

Yo no he madrugado, he salido por la tarde que ya hacía algo mejor temperatura, he pisado en ocasiones una fina capa de nieve viendo las sierras del sur de la provincia (incluido el Jálama) y la Sierra de la Estrella de Portugal nevadas y no quería darme la vuelta.

Como dice Xocas muy reconfortante para el espíritu.

CiegoSabino dijo...

Ah, por supuesto a campo, entre vacas, encinas y robles.

Si te lo tengo que explicar... dijo...

Genial instantánea de lo que me gusta del correr. Ayer te emulé (hasta estrenaba el gepese), pero no me dió tiempo a llegar al nirvana, porque a 10 minutos de la puerta de casa, otra vez catacrock.
Al menos leyendoos, una vez superada la envidia (sana eso sí), algo me llega.
Graciasss.

Unknown dijo...

Que fuerza de voluntad...

Furacán dijo...

Bonito. Muy buena la cita.

Talin dijo...

De esas había que hace al menos una a la semana, para cargar pilas de verdad para las otras.

Mildolores dijo...

Buenooooo, muy bonito todo, pero me quedo con la parte final.
Tio, que paso mucho frio, que ya se que mas frio hace en tu tierra, que trato de disfrutar cada ntrenamiento y cada saliday el 90% de las ocasiones lo consigo, pero...¡Tengo mucho frio! ¡Me da perezaaaa!
Ya echo de menos los rayos de sol y no hemos hecho mas que empezar. ¡Ni siquiera estamos en invierno!

emonje dijo...

Y eso que ya no existe la antigua azucarera...en mis tiempos de estudiante a todo eso se sumaba un desagradable olor a remolacha fermentada... ¡¡ que viejo soy, copón !!

Nacho Cembellín dijo...

hombre mira que el relatillo está bonito pero me quedo...me quedo, con el zumo!! solo que a mí,me traen un café, eso sí, me toca luego y por unos minutos...hace de estufa.:) (soy raquel desde nacho y no me apetece cambiar el perfil,me da pereza... ;)

davidiego dijo...

pablo,
de eso se trata, de disfrutar como nadie.

xocas,
gracias, y desayunar después con los deberes hechos no tiene precio.

ciego,
y el coche te ha llevado bien?

ironmanu,
mis mejores deseos para tu pronta recuperación.

popi,
para otras cosas tú la tendrás, pero en esta ocasión no me costó nada, fue simplemente darme gusto.

furacán,
estos alpinistas tienen mucho rato para pensar... ;) como los atletas de fondo.

talin,
a veces toca más de una para poder cumplir con todo lo demás.

mildo,
ánimo! lo único que llevo mal, y ya di cuenta de ello la pasada temporada, es bici+lluvia invernal, el resto es adaptarse.

bulderban,
aún sigue oliendo raro de vez en cuando, Mirat?

rachel,
el café después de comer, en lo que va el café se calienta el cacao, y a veces vuelvo de correr con una napolitana, de chocolate.