En 1928, culminaron las olimpíadas de Amsterdam.
Tarzán, alias Jonhnny Weissmuller, fue campeón de natación, y Uruguay, campeón de fútbol. Y por primera vez la llama olímpica, encendida en una torre, acompañó las jornadas del principio al fin.
Pero estos juegos resultaron memorables por otra novedad: por primera vez, participaron mujeres.
Nunca, en toda la historia de las olimpiadas, desde Grecia en adelante, se había visto nada igual.
En las olimpíadas griegas, las mujeres tenían prohibido competir, y ni siquiera podían asistir a los espectáculos.
Y el fundador de las olimpíadas modernas, el Barón de Coubertin, se opuso a la presencia femenina mientras duró su reinado:
- para ellas, la gracia, el hogar y los hijos. Para ellos, la competición deportiva.
Eduardo Galeano
Los hijos de los días.
1 comentario:
Para mí las Olimpiadas son sencíllamente una operación de marketing. La mayoría de los deportes no deberían estar, ni debería concederse tanto prestigio y gloria a los resultados conseguidos en una ocasión concreta cada cuatro años.
Me agrada la opinión de Noya sobre el fútbol, pero tampoco creo que el triatlón debiera estar.
En fín...
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