Carrera no competitiva, sin embargo hay dorsales y aunque no se molesten en apuntarlos para una posterior clasificación, hay trofeo y regalos para los tres primeros masculinos y femeninos.
Podrían haberla denominado Trote nocturno por la paz, Marcha contra la mentira, Deporte por la autoestima... etc.. pero lo llaman carrera, y claro, cada uno corre a su ritmo.
Antes de empezar una persona con un altavoz nos insta a colocarnos tras el arco promocional rojo. Nones. Nos hemos colocado un gran grupo de frente al circuito, y no cinco metros antes de girar noventa grados a la izquierda. Así vemos mejor la ambulancia de la Cruz Roja, que inteligentemente se ha situado delante de la salida, invadiendo unos palmos el circuito.
Salida rápida, muy rápida. Giro, giro, giro y cuesta abajo. Tres kilómetros en diez veinte. Desenjaule por calles empedradas con iluminación artística. Cada uno en su sitio. Apenas varía mi posición a lo largo de la carrera, que yo sí disputaba.
Voluntarios en los cruces y pegatinas con flechas. Errados los primeros, equivocada alguna de las segundas. Minutos antes de la salida había impreso el circuito para que mis chicas me siguieran (circuito que cambiaron unos días antes porque no se sabía que había un concierto en mitad del circuito programado seis meses antes..)
Decían que eran ocho kilómetros y fueron siete y un tercio, y eso que creo que mi grupito hicimos de más, porque nos confundieron de calle y aparecimos entre los coches donde el guardia de tráfico no nos esperaba.
Yo no sabía que fuera capaz de correr tan rápido y menos por un circuito zigzagueante y lleno de cambios de rasante. No sólo fui capaz, sino que pude cambiar el ritmo a falta de un kilómetro y al llegar tuve la sensación de que quizás no podía haber ido más rápido, no me atreví a intentar cazar a un atleta que me dejó y fui viendo toda la carrera, pero sí que podía haber aguantado un par de kilómetros más. De hecho iba con fuerzas para ir gritando a la gente que se apartara y preguntarle a la gente con chalecos amarillos por dónde se iba.
Dicen que mil participantes, no sé si contados por las Fuerzas de Seguridad o por los manifestantes, perdón, atletas. Para muchos no sólo era la primera vez que trotaban, sino que salían de casa a esa hora, pero también había muchos de los habituales de los abundantes, habilitados y típicos circuitos de running. Poca noticia en los medios, y eso que había participantes de excepción.
Han mejorado respecto al año pasado, pero sigue siendo una carrera peligrosa: juntar gente habitual, rápida y lenta, con ocasionales; no delimitar el circuito impidiendo el paso de tráfico rodado y peatonal; no señalizar bien el itinerario; no colocar la salida en el lugar más ancho de la plaza; escaleras mal iluminadas; bordillos, bolardos y salidas de calles a aceras con dos coches aparcados justo enfrente; buzoneo a los vecinos del circuito para avisar de que íbamos a pasar y; la guinda, los de la vuelta larga más rápidos se cruzaban en su circuito con los doblados o los de la corta más lentos..
Amén, demasiado que no pasó nada. La polícía cortó calles importantes, pero un circuito tan urbano y retorcido necesita de muchísimos más voluntarios, kilómetros de cinta de balizar, alguna valla y que la grúa hubiese retirado un par de coches.
La inscripción fue gratuita y la organización agradece el apoyo a los patrocinadores. Los del anuncio penoso de bebidas apelando a la Roja y al orgullo de país y los del triángulo verde que controlan media intendencia de los servicios públicos. Si no es competitiva sobran los dorsales (aunque por lo menos los hizo una imprenta local); los arcos publicitarios son eso, publicitarios, yo no los necesito; y llegando el séptimo no hice cola, pero quizás hubo jaleo por una lata de esas que aúnan gente que busca pueblo y pueblos que buscan gente.
Después de todo yo me divertí y volveré. Probablemente dentro de quince años, cuando se pula este bloque de hormigón que esconde una piedra preciosa, esta carrera sea mítica y todo el mundo quiera ver una preciosa ciudad en veintiseis minutos cuarenta y nueve segundos, porque apenas se dejó monumento por visitar. ¡Incluso en uno de los rincones más bellos de la carrera había un centenar de personas animando con ganas!
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8 comentarios:
Queremos más fotos de los 3!!! que ellos también sufrieron tanto como tu! =)
Gente animando en Salamanca??? Dios mio, marcho uno dias y la ciudad se transforma
Brutal la noticia con una foto de un tipo que no estuvo, de otra carrera... y de montaña. Mola el periodismo de las prisas.
Y tú no corras tanto, no hay tanta prisa, joder, que ya nos van a rescatar.
s
Como sigas corriendo así, cada día más rápido, alcanzas a Kilian. Ay madre, este periodismo charro, cómo se lo curra. Aunque nada como la crónica de la Media cuando el periodista describía como algunos atletas llevaban un globo apostando al tiempo que conseguirían en meta y sorprendentemente acertaron. Tal y como la describes una señora carrera chapuecera por el circuito nocturno más hermoso.
Este año falté, pero el año que viene vuelvo a la carreranocompetitivaaunquesevayaafull.
Oye, a todos nos gusta correr deprisa por nuestra ciudad;)
Diego,
Ya habrá, paciencia.
O,
Ven a hacérselas, no tendrás modelo más guapa!
Alejandro,
Entre el Hispano y la Clerecía, al final de la cuesta de Palominos, unas 150personas entregadísimas!
S,
Cómo, no estuvo? Creí que me habría ganado y siguió para completar. Y si de esto nos enteramos, qué no nos meteran.
Corro a ver si me nacionalizan los qataríes.
Atalanta,
Ojalá, es impresionante que corra así.
Del resto, ya sabemos...
Guille,
Espero que vaya mejorando la organización.
Caramba David; de mayor vas a ser un abuelo cascarrabias. Sólo te leo críticas de las carreras en las que participas. Y eso que haces unos resultados excelentes. ¿Qué escribirías si quedaras más atrás?
En fin, sin acritud, enhorabuena por ese salto de calidad. Este verano, cuando pase por Salamanca, me temo que no te llamaré para entrenar, que ya estás en otro nivel.
Saludos desde Canarias.
Professor,
Como maestro buscarás la excelencia en tus alumnos, lo mejor de cada uno. Esta ciudad se merece más que una carrera que se deja crecer descarriada.
El primer sorprendido de este rendimiento soy yo.
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