el sueño de un fin de semana de verano

Sin recuperar sueño pero para celebrar el primero que tengo libre en más de un mes, he tenido un fin de semana bastante ajetreado. El viernes, con esto de la crisis, cambié la superproducción de Hollywood por teatro nacional, con seis actores haciendo dieciocho personajes y a falta de teatros nuevos, fue en uno antiguo, sin más cielo que las estrellas, tal es el claustro del Colegio del Arzobispo Fonseca.

¡quedan treinta y ocho horas para las vacaciones!

Disfruté la obra El sueño de una noche de verano, remasterizada como se dice ahora. Genial adaptación multigalardonada de Ur Teatro. Magníficas transiciones de las que deberíamos aprender mucho, pues como ya he dicho cada actor mudaba en tres personajes, tanto en ropajes como en acentos y gracejos, a lo largo de la representación.

Al día siguiente madrugué para hacer 90' de carrera y 3h en bici, transición rápida y a arreglarse, que para recuperar energías tocaba de nuevo boda, en este caso la de mi único hermano.

cómo me gusta el negro carbono, y además ultraligero...

Y para santificar el domingo quedada con la grupeta a la que tenía olvidada desde hace varios meses, y se nota. Del trantran de uno mismo a ir con el gancho metido de los que hasta ahora eran ocasionales compañeros de ruta. Dos horas a más de 35km/h de media, y otras dos solo después para completar. Casi no había llegado a casa y A. ya sabía de mis miserias por boca de otros, menos mal que no me quiere por mi espléndida forma ciclista.

Habrá que recuperarse, seguir entrenando en secreto y devolverla, y nada mejor que un fin de semana para dos en un hotelillo con encanto. Porque aunque desalmados y veloces no dejaron de esperarme, y, para celebrar que misstake y el que firma abandonaron la soltería, nos regalaron una escapada para dos. Muchas gracias.

se me ocurren dos pies de foto:

+ opción A: me encanta que los planes salgan bien.

+ opción B: mejor que éste fue el puro que me cogí al día siguiente.