Pierdo el hábito de dejar constancia escrita de mis pensamientos. Tal vez sea la última de las prioridades. Sigo pensando, continuamente, pero la falta de tiempo, acentuada por el deterioro de las conexiones de los pecés que manejo en los últimos meses y que a veces las ideas gotean por otros lugares (tuiter, facebook, whatsapp) hacen que no me siente a dejarlo por aquí.
GM me ha enviado un messenger a propósito de un libro cuyo autor que me ha pedido amistad, a mi!, en facebook. Ante el doble halago me siento en deuda.
Dentro de poco serán dos años que fuimos padres primerizos. Desde entonces apenas he ido al cine en tres ocasiones aprovechando que mis chicas no estaban. Pereza, pereza y lo caro que está el cine me están alejando. A veces, cuando cambiamos de hábitos pensamos que el resto de la humanidad lo hace con nosotros, si dejamos de ver una serie, ésta se hunde por falta de audiencia, si dejamos de ir al cine, la taquilla se resiente. Parece que está siendo el caso. Alármense. Apenas veo series o programas en tv. El poco rato que resta entre que la peque se duerme y la seguimos, lo suelo dedicar a la lectura, igual que mis entrenos figuran en la columna de la derecha, las lecturas aparecen en la pestaña donde figura biblioteca 2014.
Cuando mi mujer estaba embarazada, muchas fueron las voces que nos advirtieron de la nueva vida. Totalmente diferente y cuyo parecido con la previa sería mera coincidencia: olvídate de leer, y de dormir, y de hacer esas carreras que tú haces. Supongo que a mi señora la advertirían con otras catástrofes más propias de sus tendencias e inclinaciones. Pues he dormido igual de bien que antes (reconozco que A. cuando estamos juntos es la de sueño más ligero y suele acontecer que ocurren mil aventuras sin que yo perturbe mi sueño), aunque en mi defensa diré, que el sentido arácnido se despierta cuando soy yo el único mayor de edad en la casa. Sigo leyendo. Sigo entrenando. Adaptando las sesiones a las actividades de reposo de mis mujeres, y con la ayuda impagable y ergogénica de los abuelos. Todo dentro de mis posibilidades, a aquellos acólitos del WITL les recomiendo una vida normal, con un trabajo normal, una familia y una casa con mil tareas a cumplir a lo largo de la semana. Si después de currar, limpiar la casa, hacer la compra, tratar de hacer feliz a mi pareja y descendiente y unas series, o un extensivo, un día tras otro, aún no saben dónde está el límite, entonces tienen derecho a buscarlo.
Pero no voy al cine. Aunque puedo comentar los dibujos animados para menores de dos años, espero que sirva de guía a padres más primerizos que nosotros...
La casa de Mickey Mouse
Un ratón vive en mitad de la nada, pero siempre está rodeado de amigos. Un perro un tanto simple, un par de patos y una vaca. El ratón y un pato tienen novias de su misma etnia. Además el ratón tiene un perro que al revés de su otro amigo, no habla y un superordenador al que invoca cada vez que tiene un problema porque le da soluciones para todo. Muchos colores, tamaños, acción y acertijos simples. Al final todos acaban bailando la mickeydanza. No me gusta que imponga la celebración de determinadas festividades comerciales como San Valentín (lo más es regalar algo a tu pareja) y que aunque hay hermandad de ratones y patos, hay xenofobia, pues Pluto, y otros perros son mascotas, y no hay personajes de otros órdenes animales: peces, crustáceos..
Caillou
Como dice la canción inicial, con subtítulos en estilo karaoke, tiene tres añitos, una hermana, padres y abuelos, muchos amigos de colores distintos y los animales no hablan. Caillou es un bebé alopécico que no para y cuyos padres, de ocupación indefinida tienen una paciencia infinita. Puede inducir a los bebés a creer que son el centro del universo y que las ganas de jugar brotan de sus progenitores como las riquezas de la cornucopia. La hermana pequeña, Rosie, es de inteligencia fluctuante según las necesidades del guión. Es la única serie donde los personajes comen y usan el aseo, lo que aporta realismo. Igual que la Casa de Mickey, te hace sentir triste si no recibes nada el día de los enamorados... Si ya me parece una chorrada en adultos, como para crear traumas ya desde la infancia... y educa en valores, las mamás y abuelas limpian, cocinan, van a la compra y los papás se ocupan del taller y jugar al béisbol.
Peppa Pig
El mundo es de los mamíferos. Peppa tiene amigos cabras, ciervos, osos.. pero no aparecen ni murciélagos ni ballenas o similares. Los mamíferos terrestres dominan el universo. Muchos tópicos en cuanto a la alimentación de los herbívoros, pero no consta de qué se alimentan los carnívoros. Todos los edificios están en lo alto de una colina. Reparto misógino de los roles en el hogar y un padre tan tonto y prepotente que al resto de los padres nos deja en buen lugar. A su favor decir que es uno de los pocos protagonistas femeninos que existen. El hermano pequeño, George, amante de los dinosaurios, es uno de los mejores secundarios del panorama de la animación actual.
La gata Lupe
La gata Lupe es la mascota de una niña que le cuenta cuentos donde ella y sus amigos son los protagonistas. Aquí ya aparece un búho con protagonismo. Un perro deportista, una coneja y una ratoncilla de inclinaciones no bien delimitadas por el guionista la acompañan en mil y una aventuras. Hay un tejón, Herber, que no es malo, pero su personalidad, rayando la patología psicológica, acaba alejándolo del grupo aunque los animalillos lo aprecian e intentan incluirlo en sus juegos. Los más sinceros. Animación imaginativa infantil sin incongruencias de bulto. Además, tienen el sonido y los colores menos estridentes.
Cantajuegos
Lo peor. Varios adultos, que cambian según la canción, vestidos con monos y camisetas rojas (no sé si el estilismo tiene algún mensaje subliminal), con una edición de vídeo infame cantan canciones de toda la vida en playback. Intercalan dibujos de feísmo innegable e imágenes de niños a los que no ampara la ley de protección del menor. Tienen un algo hipnótico en los bebés, pero el efecto en los adultos es demoledor. Es increíble pensar que algo pergeñado sin esfuerzo alguno ha tenido ese éxito.
Pocoyó
Como Teruel, existe. Pero a mi niña no le hace mucha gracia. A mi tampoco. Así que no lo ve. ¿Será la causa de la ruina de una empresa que fue insignia de la marca España?
En la red hay cientos de estos vídeos, pero amigos, se acaban y a las criaturas les da igual ver el mismo tres veces seguidas. Es muy importante interesarse de vez en cuando por los contenidos que visualizan nuestros retoños para tener referencias y demostrar cierto interés, pero una vez echado un rápido vistazo, abandónese su visualización.
3 comentarios:
Prepárate, que la lista para mayores de 2 años, es inmensamente más larga, y de su contenido, fondo y forma, ya ni te cuento,… y a pesar de todo como les engancha.
bueníisimo y para mi útil. Curioso como todos acaban o acabamos viendo lo mismo, sin un guión previo. Aunque en mi casa si gusta el dibujo nacional.
Lo mejor es esa sensción de querer comunicarte con tu pequeña para preguntarle la razón por la que no pierde interes al ver una y otra vez el mismo contenido.
226 y Robertin,
un nuevo mundo.. Y felices mientras lo compartamos.
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