Decía en mi última entrada que tenía hambre de dorsal. La lesión de Zubi y la transferencia de su dorsal para el triatlón de Atletiville (me encanta el apoyo de la ciudad a una pasión) me venía estupendamente para competir en una época de pruebas con inscripciones cerradas hace tiempo.
Y partimos hacia Bilbao, el primer viaje de la trifamily como trío. Con coche prestado lleno de cachivaches dejamos el calor de casa por la lluvia del norte.
En la salida muchas caras conocidas, unos boxes amplios y toda la ría llena de publicidad. El ambiente promete, aunque la predicción del tiempo es mala. Diez meses y medio desde que no compito en tri, nervios y errores de pardillo me hacen entrar y salir de boxes un par de veces.
La salida es desde el agua. Procuro estar el menos tiempo quieto, porque nos recibe con una bofetada en la cara. Dicen que estaba a catorce grados, me lo tomo como un anticipo de lo que me espera en los fiordos. La familia tiene miedo de que pille algo, pero se consuelan con mi creencia de que a estas temperaturas no crecen los patógenos.
A pesar de que pueda haber corriente el plan es ir y volver por el centro, evitando las orillas donde se acumulan los desechos. Ritmo tranquilo, nado bastante limpio y la sensación de frío que desaparece al poco, para unos 32' que a estas alturas no están mal.
Creo que me calzan mi primera amarilla en boxes por ir contracorriente, pero me he pasado mi bici tres o cuatro veces. Los números en las bicis son tan grandes como los que figuran en las barras que las sostienen y no me aclaro. Me desespero, pero un amable juez la encuentra.
Sigue lloviendo, el principio es rápido, muy rápido, y me siento bien. Sin forzar voy adelantando bastante gente, la zumbona que estreno anima, la carretera es estrecha y hace que se formen bastantes pelotones, que abandono sin problemas. Mi dominio de la bici no es muy bueno en seco así que en mojado me dejo llevar y no arriesgo nada, incluso en una subida me patina la rueda. No pensaba encontrarme tan cómodo, hasta que llegamos a lo alto del monte donde nos espera más lluvia, niebla y probablemente 3-4 grados menos que en Bilbao. Me congelo. Tiemblo desde del casco a las ruedas. Me pasa gente zumbando cuesta abajo mientras yo me dejo caer y voy frenando. Pienso en abandonar, pero:
Y empiezo fuerte, no sé, sale así, quizás para entrar en calor. Y sigo. Y mantengo. Únicamente sé los pasos por kilómetro porque he configurado mal el gps y me sorprendo del ritmo. Y sigo. Y adelanto gente. Y adelanto más gente. Y no me pasa nadie. Y adelanto más gente. Y con los que me cruzo cada vez están más cerca. Y sólo me adelanta una persona, José Almagro.
La salida es desde el agua. Procuro estar el menos tiempo quieto, porque nos recibe con una bofetada en la cara. Dicen que estaba a catorce grados, me lo tomo como un anticipo de lo que me espera en los fiordos. La familia tiene miedo de que pille algo, pero se consuelan con mi creencia de que a estas temperaturas no crecen los patógenos.
A pesar de que pueda haber corriente el plan es ir y volver por el centro, evitando las orillas donde se acumulan los desechos. Ritmo tranquilo, nado bastante limpio y la sensación de frío que desaparece al poco, para unos 32' que a estas alturas no están mal.
Creo que me calzan mi primera amarilla en boxes por ir contracorriente, pero me he pasado mi bici tres o cuatro veces. Los números en las bicis son tan grandes como los que figuran en las barras que las sostienen y no me aclaro. Me desespero, pero un amable juez la encuentra.
Sigue lloviendo, el principio es rápido, muy rápido, y me siento bien. Sin forzar voy adelantando bastante gente, la zumbona que estreno anima, la carretera es estrecha y hace que se formen bastantes pelotones, que abandono sin problemas. Mi dominio de la bici no es muy bueno en seco así que en mojado me dejo llevar y no arriesgo nada, incluso en una subida me patina la rueda. No pensaba encontrarme tan cómodo, hasta que llegamos a lo alto del monte donde nos espera más lluvia, niebla y probablemente 3-4 grados menos que en Bilbao. Me congelo. Tiemblo desde del casco a las ruedas. Me pasa gente zumbando cuesta abajo mientras yo me dejo caer y voy frenando. Pienso en abandonar, pero:
- me ha costado dinero llegar aquí y no estoy muy boyante en los últimos meses,
- mis chicas y el resto de la familia están abajo, probablemente pasando frío en la calle y aguantando por mi,
- no veo dónde refugiarme o un vehículo que me recoja,
- aquí no lo deja nadie, no deja de pasarme gente... (al final abandonarían 63 de los 582 que empezaron)
- esto me curtirá para próximas ocasiones (pero no hay malas condiciones atmosféricas para hacer deporte, sólo equipamiento inadecuado, y yo voy en short y top, ni calcetines ni tristes manguitos...),
- la organización es perfecta (salvo el drafting), y los conductores aguantan pacientemente a que todos pasemos (organizan esto en mi ciudad cortando una autovía y diversos accesos y los pitidos se oyen hasta Berlín y algún triatleta nos han volado la cabeza),
- un poquito más y esto se acaba...
Al acabar la primera vuelta, a casa se va por un lado, a meta por el otro. Tiro para meta y más de lo mismo... durante 3h2'
Así que llego a boxes bastante disgustado con el segmento ciclista, por ser tan pardillo de comprobar mil veces las condiciones en Bilbao pero sin que se me ocurriese alzar la vista y ver lo que me esperaba en lo alto de los montes y por haber sacado una media penosa. Con la esperanza de al menos, sacar un buen parcial a pie.
Y empiezo fuerte, no sé, sale así, quizás para entrar en calor. Y sigo. Y mantengo. Únicamente sé los pasos por kilómetro porque he configurado mal el gps y me sorprendo del ritmo. Y sigo. Y adelanto gente. Y adelanto más gente. Y no me pasa nadie. Y adelanto más gente. Y con los que me cruzo cada vez están más cerca. Y sólo me adelanta una persona, José Almagro.
Me encanta el triatlón. Me encanta entrenar, y competir. Pero esta sensación de ir más rápido que nadie e ir cada vez mejor es increíble. Casi desde los últimos 5km de mi primer ironman terminado no me había sentido igual. Y todavía me quedan fuerzas para esprintar. Estoy supercontento, aunque hubiera dado unos minutos de la carrera a pie por pasarlo mejor en bici.
Al final terminé el 143 con el 25 mejor parcial a pie. Muy satisfecho de la carrera, y además me reencontré con gente y conocí en persona a otros cuantos de los que sólo sabía virtualmente. Muchas gracias a todos por los ánimos.
gracias a todos por los ánimos y en especial a
A., Aitor, Guillermo y Jessica (Intersport Extreme) por las fotos.
12 comentarios:
Yo de mayor quiero que mis medias penosas también sean como las tuyas, y las otras también. Enhorabuena por la carrera, en sentido amplio, por el reportaje fotográfico y toma nota del tiempo, que más al norte puedes flipar con los errores...
se te vio correr muy muy bien, espero que lo pasaras bien en raincity...
enhorabuena! siempre hay q acabar.
ah! y estupendo el modelo de portada: paraguas, chanclas, mono, carrito...buena combinación.
Por lo único q echo de menos no competir en tri (a mi eso de competir nunca me ha motivado, y no por no ser competitivo, q vaya si lo soy... quizás por eso, competir y no ganar ;-))es x coincidir con gente ´q de otra forma no podría. Cuando hablé con Enrique y me dijo q estaba con vosotros me dio envidia sana. En fin, algo habrá q hacer. El 2 de Junio Antonio organiza un evento de aventura en Lozoya. Hay carrera de 20 km y de 50. Yo corro la de 50, os animais a la de 20????. Sabes q mi casa no es muy grande pero os dejamos nuestra habitación para los tres... ;-) Y va en serio la invitación.
Qué bien que se arregló el día. Es que este año pareces keniata (lástima que en bici sean tan malos). Otro a la saca, congrats.
Menos mal que estoy lesionado que sino... te lo pierdes!!
Me alegro que al final lo pasárais bien.
Si os acercáis por Madrid dímelo y te acompaño... a verte claro está!
Enhorabuena! Y con esas condiciones, además es un buen entreno para lo que te espera en verano. ¿Será la animadora nueva?
Enhorabuena, parece que los dos tuvimos un fin de semana terrorifico por el norte.
En el Soplao no pudo llover más e hizo bastante frio.
Enhorabuena, David. Nada mejor que acabar como un superclase. Buen entreno para Noruega, te vas acostumbrando
Pasaste un buen fin de semana y estás más o menos satisfecho con la carrera, pues de eso se trata. Bien hecho.
s
s,
gracias, de eso se trata, lástima de bici.
atalanta,
a Noruega pienso llevar más ropa de abrigo.
alejandro,
fue generalizado, menuda cayó en Madrid...
manu,
la nueva animadora me hace optimizar los entrenos.
zubi,
siento que no pudieras disfrutarla, pero gracias por la oportunidad de hacerlo por ti.
jet-lag,
los keniatas son torpes con la bici, aunque en ocasiones lo compensan con fuerza.
nacho,
ya hablé contigo de Lozoya, una pena, a ver si puedo ir a alguna.
Muchas gracias por la invitación.
robertin,
siempre estiloso.
barón,
yo soy el primer sorprendido.
xocas,
en el Norte, a la misma latitud que Anchorage, en Alaska, ha de seguirme un coche de apoyo que llenaré de ropa para toda temperatura y condición atmosférica.
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