Deliciosos como un buen lomo son los recuerdos que nos hemos encontrado, como quien no quiere la cosa, acurrucaditos y un poco asustados. Allá por septiembre de hace dos años, con la excusa de correr la maratón nos perdimos por el barrio de Mitte, y en su embajada adoptamos una pequeña cámara fotográfica analógica que buscaba quien la cuidase.
Al primer disparo, sin premeditación ni photoshop...
Nos la llevamos de viaje, y la sacábamos a pasear cuando nos acordábamos. Jugábamos con ella en el parque, en la habitación, la alimentábamos, poco a poco se preñaba pero íbamos dejando para más tarde su maternidad.
el KursaA.l y la sombra del fotógrafo
Aún faltaban dos imágenes para que la reveláramos, pero fue demasiado tarde. En su oscura caja donde duerme cuando no viene con nosotros un descuido la había abierto, y el carrete se había partido.
viéndolo así desaparece el tráfico, el ruido, nosotros.. sólo queda el Flatiron
La llevamos al hospital de recuerdos y allí hicieron lo que pudieron con sus retoños. De sus casi 36 ovocitos fecundados, apenas han nacido catorce y media fotos que nos han hecho muy felices recordándonos otros tantos momentos vividos.
pero estuvimos allí, y a veces un mediodía de noviembre parece un recuerdo lejano
Ahora queremos compartir con vosotros nuestras primeras lomografías.
5 comentarios:
Jo así parecen muuuucho más bonitas, y aún te guardas algunas.
¡Qué chulada de fotos!
Esa primera foto es una "chapuza" fantástica. Me encanta.
La verdad es que han quedado muy chulas. Y claro, además están los buenos recuerdos.
A.
lo mejor para el final.
sislen,
la verdad es que sorprende reverlas dos años después.
efedexdx,
es alucinante.
xocas,
las fotos son los índices de los recuerdos.
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