cuestión de narices

Atendiendo al caracter didáctico de este blog y que seguro que siempre hay cosas que queremos saber y nunca nos atrevimos a preguntar, hoy hablaré de la nariz, esa olvidada, a fin de contestar a preguntas tales como

¿por qué tenemos dos narices?

¿por qué nos gotea la nariz?

Pero antes, repasemos unos conceptos básicos.


Anatomía

La nariz es una parte muy importante de la vía respiratoria que contribuye a filtrar y a mantener la temperatura y humedad del aire inspirado. El flujo aéreo depende de factores anatómicos, constantes, y factores dinámicos relacionados con las modificaciones vasomotoras de la mucosa nasal.

La nariz se divide en parte externa (pirámide nasal) y parte interna (fosa nasal), la cual se inicia en el vestíbulo y continua estrechándose hasta los 1-2 mm en los cornetes nasales. A su vez la cavidad nasal está dividida en dos por el tabique nasal y tapizada por  una mucosa nasal, recubierta de una película mucoide que es sacudida por las microvellosidades a un ritmo de 1.000 sacudidas por minuto.

Fisiología

Según la anatomía particular, el flujo de aire será más o menos laminar o turbulento, generalmente en inspiración la corriente sigue el meato medio y en la espiración el meato inferior y suelo de las fosas nasales. Existen unos caminos por donde circula el aire para que esté en contacto íntimo con la mucosa nasal.

Los cornetes, muy vascularizados, se comportan como cuerpos eréctiles, que se congestionan y descongestionan siguiendo un ciclo que modifica la complianza hasta en un 20%.

Un ciclo normal depende de las condiciones climáticas, posición, características individuales y edad (el ciclo nasal disminuye con la edad)

¿Por qué tenemos dos narices?

+ La resistencia total es menor que la suma de las resistencias por separado.

+ La alternancia en el ciclo permite dar reposo a una fosa nasal favoreciendo su regeneración.

El calentamiento

El calentamiento comprende dos funciones: calentar y humidificar el aire inspirado, y enfriar y secar el espirado.

Esto se produce por la estrechez de las cavidades nasales, que favorece un flujo laminar que contacta con los cornetes muy vascularizados; las distintas glándulas serosas que atomizarán la secreción acuosa, incluso lágrimas y la condensación del vapor de agua transportado por el aire espirado en la parte anterior de la nariz, que tiene 4º menos que en los pulmones.

Con cierta constancia, las fosas nasales calientan el aire inspirado hasta los 32-34º, y esto funciona mientras la temperatura en el exterior oscile entre los -8º y 40º.

En su camino hacia los bronquios, el aire va saturándose de vapor de agua. A 25º y 35% de humedad relativa, se consigue una saturación del 79% en nasofaringe y del 95-98% en laringe y bronquios. Y al revés, en la espiración el aire va enfriándose y perdiendo humedad que trata de recuperarse para humidificar el nuevo aire inspiratorio. Así, en la punta de la nariz, con hasta 4º menos, se condensa vapor de agua que acaba goteando.

Recuerde que el aire frío y seco es dañino para el epitelio bronquial igual que lo es el tabaco y otros tóxicos.

¿Respirar por la nariz o respirar por la boca?

Respirar por la nariz requiere mayor gasto de energía que respirar por la boca, más del doble. Pero esto supone entre mayor volumen de aire en el pulmón, pues el fuelle pulmonar está obligado a generar más presión intratorácica para vencer las resistencias nasales. Además, esto permite disminuir la frecuencia respiratoria.

Así la respiración nasal es más profunda y más lenta, pemitiendo una mejor mezcla de gases y el uso del mayor número de alveolos posibles previniendo que se colapsen y se pierdan.

Al respirar por la boca aumentamos la frecuencia respiratoria, pero no llevamos el aire a todo los rincones del pulmón ni lo llevamos acondicionado del todo en cuanto a humedad y temperatura.