Hace siete días que no he vuelto a tocar la bicicleta. Fue aquella una semana de las de veinte horas, además de las que llevan las labores que sustentan que me pueda permitir esos lujos. Madrugué, cogí el móvil cargado, dinero, comida y salí a rebañar el entreno de 5-5h30' que tenía ese día, con un puerto largo. Amenazaba lluvia y estaba cansado así que avisé al otro lado de la cama de que posiblemente tendría que venir a buscarme. Pero como un gourmet solitario iba a disfrutar del día todo lo que pudiera.
Elegí una ruta clásica de principios de sierra. Sin grandes puertos, pero llegando a rozar sus inicios desde casa en progresivos sube y baja.
Sin quererlo empecé conservador, con miedo de que si el ritmo seguía disminuyendo conforme aumentaran los desniveles, tendría que usar el teléfono.
Monleón, encuentro de verracos.
El día estaba nublado. La temperatura subía o bajaba según estuviera a cubierto o no del viento o a más o menos altura. Pinteaba y la ropa mojada refrescaba. Procuraba no abusar del chubasquero porque después tenía más frío. Pero el día era ideal y regalaba paisajes.
San Esteban de la Sierra
Subo el puerto, no como quisiera pero tampoco mal del todo, hago cuentas y empiezo a escoger desvíos según el tiempo que queda y la distancia a casa. Es éste un juego divertido, de estrategia, evaluando las fuerzas propias, el tiempo cambiante y los distintos relieves de los atajos y desvíos.
los almendros florecen, las bicis también
Pero ya estamos en primavera, y las cosas florecen. Cada vez más fuerzas, cada vez más contento y las dos últimas más fuerte. Tanto que tuve que inventarme un bucle para aprovechar al máximo la salida. Al final me pasé tres minutos, pero hubiera hecho mucho más, y con eso no contaba al empezar el día. Me quedé con hambre.
Acabando la guardia, a estas horas las cifras de la semana apenas rozan la hora de rodillo y la media de carrera, abandonando en el calentamiento por malas sensaciones. A ver qué consigo rebañar al domingo de hoy.
Acabando la guardia, a estas horas las cifras de la semana apenas rozan la hora de rodillo y la media de carrera, abandonando en el calentamiento por malas sensaciones. A ver qué consigo rebañar al domingo de hoy.
4 comentarios:
Me encanta. Una salida de la que tirar en momentos menos buenos.
¿Conoces algún árbol que de ruedas de perfil alto?
Bueno, acabada la guardia espero que vuelva un poco la normalidad.. sea como sea tu normalidad ;)Bonita salida.
xocas,
a repetir.
mildo,
quizás en mayo, un cactus.
jesús,
muy bueno, mi normalidad...
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