martes, 26 de abril de 2011

once horas, una vida

Sin que jamás lo hubiera creído, sin llamada, poco a poco, como por casualidad, he acabado dedicando mi vida a un sacerdocio, yo y mis circunstancias.

Y digo sacerdocio como modo de consagrar una vida a un fin.

No la primera, sí la más llamativa. Alguno habrá que pueda dedicarse en pleno a esta aventura, que será lo principal y el resto lo accesorio. La gente cree que sólo entreno, y sí, me gusta, me encanta. Cuando viajo veo pistas por las que rodar, caminos que recorrer a más o menos velocidad, barcos, boyas o islas que alcanzar a nado Si tengo tiempo, y ganas, entreno. Es parte importante de mi vida pero como se ve no es toda mi vida, hay obligaciones y otras aventuras a las que dedicarse.


Menos de once horas de entreno semanales, apenas hora y media al día, es lo que lleva. Aunque sea más, por desplazamientos, duchas, cambios de ropa y demás cosas inherentes, detalles que nos impulsan a ser más ordenados e integrar todo en una logística que intente funcionar como un reloj. Quizás no sea que pierdo tanto el tiempo, sino que recojo momentos perdidos y los optimizo.

Otras circunstancias, no menos importantes, que empiezan a formar parte del ser de uno sin darse cuenta es la pareja, la familia. Más aceptada y normal. Nadie nos mirará mal por dedicarle toda nuestra vida, quizás habrá quien deje de dedicarse a ese sí mismo, sin más, y llegado un tiempo no pueda más. No habrá conflicto siempre que el otro nos entienda como seres enteros con todo lo nuestro, sin imponer, porque como parte de uno mismo le dedicaremos tanto tiempo como podamos pues es parte de uno y uno es lo otro.

Quizás pequeñas circunstancias para alguno pero igual de importantes. Mis otras aficiones, viajar, conocer, leer, cinear. El quien lee mucho y anda mucho, ve mucho y sabe mucho cervantino. 

Y una circunstancia necesaria, salvo para algunos privilegiados. El trabajo nos absorberá más de la cuarta parte de nuestra vida. Soy de los afortunados a los que su trabajo le gusta, sin que eso suponga amor por el trabajo, estoy aquí porque me pagan. Y para bien, o para mal, como otros tantos trabajos, este trabajo mío es otro sacerdocio. Como el que es atleta de resistencia, fiel amante, ávido lector, regular viajero. No se deja de ser una cosa porque se esté haciendo otra. Habrá quien cuando suena la sirena apaga el ordenador o cuelga el uniforme y se convierte en una persona sin ninguna otra vinculación. Pero lo mío, y lo de otros tantos, es full-time. Un problema en la calle, hay que ayudar. Si quiero hacerlo mejor tendré que dedicar mi tiempo libre y ahorros a formarme.


Cuanto más integradas estén las circunstancias, más fuerte será el ser.

11 comentarios:

robertin dijo...

qué dificil ese puzzle y que bien parece que sabes encajar todas esas partes de tu ser !!
En eso te envidio, alguno nos dedicamos a perder mucho el tiempo y dejarnos invadir por la pereza.

Xocas dijo...

Me ha gustado mucho esta entrada, quizas porque me he sentido en parte identificado con lo que dices (estas a otro nivel). Cuando empece a leerte me preguntaba como podias entrenar tantas horas como reflejabas en la columna de la derecha. Ahora descubro por mi mismo lo que se puede conseguir con metodo, disciplina y una familia que te apoya. Gracias por la inspiracion.

Jesús dijo...

Muy buena entrada.

A mi me resulta a menudo tan difícil, las piezas deben encajar perfectas, porque si no en seguida el cubo cruje y lo mismo hasta se desmonta.
Aprovechar los tiempos perdidos, ajustar esa logística de transportes y cambios de ropa, que al final no son ni entreno ni trabajo, ni ocio.... no perderse en las transiciones.

En la dificultad del juego está lo estimulante.

Emilio dijo...

Ves, ahora si lo entiendo como estilo de vida, el echo de tener que encajar todo lo triatletico en el resto de nuestra vida, que no es solo tri lo que manda, si no seria muy triste. Que gran puzzle tienes amigo

davidiego dijo...

robertin,
a veces revienta todo, como está ocurriendo este mes... pero perder el tiempo nunca y siempre ajustando prioridades, cuando no se puede no se puede.

xocas,
otro nivel? si ya estás en las 13 horas!
A. es fundamental, mi familia sinceramente no me entiende, pero me tolera y me apoya.

jesús,
las transiciones en la piscina es otro juego, mucha gente flipa en verme entrar y salir del vesturario como el Diablo de Tasmania.

emilio,
es que el TRI es un estilo de vida, pero no la VIDA.

ser13gio dijo...

Buen post, de cómo encajamos la vida y los entrenos.
s

Mildolores dijo...

Ya.
Pero dí: ¿Realmente como lo haces?
Sois gemelos, ¿Verdad?

Venga, que ya nos conocemos. Te guardaré el secreto. Te lo juro.

Pablo Cabeza dijo...

Lo importante será siempre ser el mejor Davidiego posible, superarte a ti, no ser mejor que los demás.

Y eso lo vas consiguiendo, en todos los aspectos de la vida. Enhorabuena.

p

CiegoSabino dijo...

Bien dicho y bien hecho, DD.
Enhorabuena.

A. dijo...

Yo creo que por las noches me robas la energía...en una de estas a ver si te pillo ladronzuelo.

davidiego dijo...

S,
gracias, hacemos lo que podemos.

mildo,
lo malo son las peleas por entrenar y quedarnos con A., ninguno queremos ir a trabajar..

pablo,
muchísimas gracias maestro.

ciego,
a ver si acaba abril líos mil.

A.
y te volverás como yo y me acompañarás??