Como el Conejo Blanco, mirando el reloj, saltando de escenario en escenario. Cumplo con una semana casi utópica como diría Pablo. Entrenar, trabajar, preparar presentación y prácticas. Intentando estudiar, hacer las labores propias del hogar y disfrutar de las maravillas de mi Alicia.
una semana para la presentación, cuatro para la vuelta a la isla, cinco para..
Cifras y letras, 4.900mts/562'78km/69'74km, para veinticinco horas, entrenamiento de un auténtico pro, pero de otra cosa, que es lo que me da de comer. Me dopo con azúcares refinados y escapadas de vez en cuando, no hago mucho caso del descanso, no estiro los músculos sino las horas de trabajar y las actividades del todo suma no ayudan mucho a conseguir antes la camiseta finisher. Pero ahí queda esta semana.
La Reina de Corazones protesta porque alguien se ha comido sus tres tartas, y es que al culpable nada lo sacia. Devora todo cuanto carbohidrato se cruza en su camino, más le valiera autodigerirse su propio tocino, pero ni por esas adelgazo, perdón, en un blog como éste se dice afino.
¡teeeengo hambre!
Y mientras, el Gato de Chesire aparece, desaparece y da buenos consejos, aunque al final vuelva a su isla. También Absolem, la Oruga Azul aporta sus reflexiones. Y el Sombrerero organiza el ataque contra el Dragón, que será un día cualquiera dentro de cuatro semanas.
¿qué nos depara el futuro?
Y el hermano pequeño, que parecía que siempre sería así, se adelanta y la maravillosa Julia ya está entre nosotros.
Y yo sigo saltando, de libro en libro, de los de aprender a los de viajar con la imaginación, en esta región esquizofrénica (mente dividida) que "celebra" su día el mismo día que Jordi matadragones fagocita cualquier otra fiesta, y a la que no le basta con no tener iuna dentidad sino que además sus pobladores quieren tener dos, porque no saben si son lo uno o lo otro, castellanos o leoneses o aborregados o rentistas.
Mente dividida entre los que cayeron el día del libro (curiosamente Alicia
está impreso en Salamanca) y lo que debería leer.
está impreso en Salamanca) y lo que debería leer.
Y resulta que voy al cine y me tengo que poner gafas para que parezca real lo que yo creía que ya era. Y tengo que pagar dos euros más para luego devolverlas, pero así puedo evitar las cosas que salen arrojadas de la pantalla.
Y es que, como ya decían, el cine está hecho del material del que están hechos los sueños.
7 comentarios:
Estira las horas ahora, en LZ estirarás la chepa subiendo en la bici!
Yo nunca se lo que entreno, soy desordenado para llevar un seguimiento de los entrenos... ya llevo 3 semanas sin apuntar nada.
¡Si hasta tienes tiempo para escribir en el blog! Eres la pura paradoja del tiempo.
Postulo aquí públicamente que le den el Nobel a David por el descubrimiento de la "Relatrividad".
Un abrazo, y recuerdos a Alicia.
Si pararas, ya no serías tú. Ánimo. A mí que ahora me ha dado por no comer...
No sé como haces para crear unas entradas tan chulas estando tan ocupado. Me encanta.
santa,
hasta dónde se puede estirar?
xocas,
a ver si me dan el Nobel, o su cuantía económica, y me retiro de algún asunto.
manu,
todo es importante, nada relativo.
ramón,
¿dónde andas?
un abrazo.
atalanta,
pues te va a llevar el aire.
furacán,
gracias :)
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