dudas

No sé si las gafas están empañadas o es que hay niebla,
tampoco si lo que empapa la ropa es mi sudor
o el de los elementos que se estrellan contra mi.
No tengo nada que añadir cuando la naturaleza calla y
la maquinaria está perfectamente engrasada,
me encanta el silencio,
únicamente oir el tictac de ese reloj que late dentro de mi,
el rumor del viento que hace de mis orejas caracolas,
y el roce de la goma contra el asfalto,
desgastándose los dos
tras venir ambos del centro de la tierra.
Me encanta desgastar asfalto.
Y al volver no sé si he madrugado mucho o
si tú te has vuelto a dormir,
a veces me pregunto si no ha sido todo un sueño,
entonces me giro hacia tu lado de la cama y no distingo
si te estremeces por las palabras que poso en tu oído
o por el frío de mis pies.
Y me encanta.