miércoles, 30 de abril de 2008

Descanso

Descansar no es no entrenar por trabajar o atender otras obligaciones.

Descansar es parar la actividad para recuperar, para intentar supercompensar.


Esta semana estoy de paro forzoso, mañana celebraré día del trabajo con vuelta corta en bici con los amigos. El viernes no podré ir a recoger a la deseada pues trabajo12 horas, el sábado y el domingo también, el lunes 24h. Así que aunque no entrene, no estoy descansando.


El próximo martes empiezan las diez semanas para Austria. Estrenaré la cabra y luego sesión de masaje, sestear en el sofá y natación tranquila. Voy a empezar despacito y con buena base para el próximo reto.

Por ahora mi cuerpo no me pide más dosis de triendorfinas, con que trote o ruede suave se conforma, así que voy a descansar y a conseguir endorfinas de otros sitios: leer, cine, pasear..

Aunque también debería aprovechar para hacer esas cosas que siempre dejo para otro día.


Si preguntamos qué se entiende por descansar seguro que mucha gente pensaría en una playa de aguas cristalinas y buena compañía, pero mientras la mayoría permanecería tumbado vuelta y vuelta e incluso alguno se sumergería en el agua, seguro que los triatletas nos iríamos nadando hasta tal boya y luego haríamos unas series descalzos por la playa, por qué será...



lunes, 28 de abril de 2008

Globeradas

Este fin de semana he estado en Elche, turisteando por sus calles y su palmeral, y ayer corriendo el Cto de España de LD (versión triple olímpico).

Buena organización, rica comida de la pasta que le da mil vueltas a las organizadas por Triangle.
Buen hotel en el que estábamos, céntrico, con piscina donde tomar el sol, y ahí estaba cuando me doy cuenta de que faltan 30' para el cierre de entrega de material en T2 y 60' en T1... sin ningún problema en T2 si no me hubiera entretenido en la miniferia y no hubiéramos tardado más de lo debido en el trayecto a la T1, llego 5' después de cerrar, con la bici y las ruedas cada una en una bolsa... delante de los jueces monto la bici y para dentro, hacen la vista gorda conmigo y otros tres que llegaban después de trabajar.

Y aquí se presenta el Club Triatlón Salamanca Long Distance Team (faltan efectivos, como superMario, top 20 en el halfIM de Lisboa de ayer y que ojalá de la campanada en el IM LZ). Comienzan las globeradas: yo, sin descansar desde Sudáfrica y los demás, que casi acumulan juntos el mismo entrenamiento que yo en un mes, aunque Jony viene de ser un sub3h en la maratón de Roma.

Davidiego, L.M Cáceres, Jony y Josele dispuestos a todo

Suena el despertador. Son las 5am. Desayuno frío, recoger la maleta y quedar con el equipo para ir todos juntos a la salida. Esta vez no nos perdemos pero quedan 20' para que cierren boxes, tengo que montar los acoples, hinchar las ruedas, colocar la comida, las zapatillas y el casco, ponerme el neopreno... Prisas y nervios.


Natación en un Mediterráneo plato, bastantes golpes, pero he decidido salir fuerte en esta prueba. Salgo del agua en 1h15'. Mal vamos. Veo a Ainhoa y a Josele animándome. Mal vamos que para puntuar ya tenemos que acabar los tres que quedamos en carrera.

Jony sonriendo, ya pasó lo peor...

Pequeño repecho para salir de boxes y encarar el circuito, la rueda de atrás frenada y cambia mal. Paro en la mitad. Una de las gomas con las que sujeto las zapatillas al cuadro se ha enganchado en las roldanas del desviador trasero, ¿cómo ha ido a para ahí si la zapatilla derecha la engancho al cambio delantero? la quito y vuelvo a montar. Continúa el problema. Reviso la bici de arriba a abajo. He puesto el acople derecho con la abrazadera pillando la funda Nokon dentro, he machacado dos macarrones y el freno trasero está fijo.. Mal vamos. Sin frenos y con las cinco coronas más altas funcionando mal...

Hasta que reviente, decido darle fuerte y consolarme con un buen parcial en bici. Ruedo rápido si se trata de cadencia, pero falta chispa en los repechos y cambios de ritmo. En el km 25 me doy cuenta de que así no voy a ningún sitio, así que plan B, acaba como puedas y coge la camiseta Finisher. Enseguida me coge Jony, y nos cruzamos con L.M. Cáceres. Tanto quejarse y van rodando bien. En el kilómetro 90 estoy harto de todo.

Entre todas las paradas para arreglar la bici y la meada a final me salen 9' menos en el cuentakm de la bici que en el parcial que aparece en la clasificación oficial...

Sin pretenderlo nos vamos adelantando los tres a lo largo de la bicicleta. Se me hace larga, no me pasa la comida, y los escasos repechos que hay los tengo que subir con el 16. Sólo pienso en llegar a T2 y luego ya veremos. El equipo ha venido a puntuar y hay que acabar.


Llego a T2, me pongo las medias y salgo a correr. Los ocho primeros kilómetros a menos de 5'20'', con la cuesta de los Patos baja el ritmo. Tal vez sea la carrera el parcial que me consuele.. La carrera a pie discurre por el lecho de un río, con las paredes de hormigón y por el medio un arroyuelo de desagüe. Mucho calor. Cómodo hasta el kilómetro 18, L.M Cáceres me ha cogido en el 10. A partir de ahí iremos juntos. Él diciendo que para venir a esto hay que entrenar, yo añadiendo que también descansar.

Llegamos juntos a meta. Jony 5' después, y eso que los jueces retiraron de carrera por error a unas 30 personas incluido nuestro maratonman, y después de pararlos y retirarles el dorsal se dieron cuenta y les dejaron continuar.

L.M. Cáceres y Davidiego, no sonríen...

Camiseta "Don't call me fool, just FINISHER", masaje, ducha con agua caliente, cosas para picar y paella. Conversaciones en los vestuarios de competiciones hechas y en proyecto.

A. preocupada me dice que no me ha visto sonreir, que si no disfruto no venimos, que mañana tiene guardia. Que hay que descansar, yo del IM, ella para mañana. Me justifico con cara de niño bueno, es que es Cto de España... Me da un abrazo finisher que vale más que todas las bicis de la T2. Me dice que muchos pros se han retirado, que hacía mucho calor, que está muy orgullosa de que haya terminado.

Si te lo tengo que explicar no lo vas a entender.

Recojo todo el material. A. me ayuda. Montamos en el coche, son las seis. Nos quedan 623 km hasta casa. Ella conduce, yo me duermo.

Once semanas para Austria, creo que voy por buen camino.


jueves, 24 de abril de 2008

Sin parar

En la última semana sólo he dormido tres noches en mi cama. Aún no he acabado de colocar todo el equipaje de Sudáfrica y ya estoy preparando la maleta, más breve que la anterior, para el viaje a Elche.

He vuelto a entrenar tras tres semanas. Buenas sensaciones en la piscina y a pie. Dos salidas en bicicleta siguiendo los Big Five de la dehesa salmantina (Toro, Caballo, Oveja, Cerdo y Vaca). La bicicleta sin el zumbido del perfil y sin acople parecía distinta, pero he disfrutado, porque tras burlar la aduana africana escondiendo un poquito de Sol sin nubes he salido por fin de corto. Espero que dure.

Estoy un poco cansado, pero mañana y pasado tocan turisteo. El domingo Campeonato de España donde no estarán todos los que son pero que será un buen punto de encuentro para saludar al resto de triatletas y ver cómo andan a estas alturas de temporada.

Echaba de menos los acentos del teclado, la letra eñe y mis meriendas después de volver de la piscina. Aquí os presento la tortilla de la que ayer dimos cuenta.

miércoles, 23 de abril de 2008

La temida pregunta

Andaba yo perdido por los boxes, en esos minutos previos a la última meada, esa que apremia con el neopreno puesto antes de entrar al agua, cuando me aborda un equipo de televisión con micrófono al frente pidiendo permiso para realizarme unas preguntas. Qué suerte la presentadora, 1644 triatletas por la zona y va a escoger a uno de los más exóticos. De dónde vienes, tu primera vez aquí, cuántos IM llevas...

Qué pena, mis cinco minutos de gloria catódica y esta cadena no la coge mi satélite.

Y justo antes del “good luck” de rigor la típica pregunta:
¿y tú, por qué haces triatlón?

La verdad, es que en esos momentos, pensando en el idioma de mi madre y trasladándolo al inglés no se me ocurrió otra cosa que decir “I don´t know, it´s a way of life”, y me quedé tan ancho.

Y por qué hago triatlón? Cuantas veces hemos oído y pensado esa pregunta.

La respuesta fácil es porque me gusta.

Pero a los triatletas no nos gustan las cosas fáciles, así que la respuesta verdadera ha de ser más complicada.

De los ocho a los dieciocho años jugué al baloncesto, fui variando de puesto desde pívot a base al crecer los demás niños y yo quedarme igual. Reciclarse a base con 18 es difícil si antes sólo te has ocupado de resolver debajo del aro o jugar cerca de canasta como ala. Pero botar la pelota con agilidad y hacer mil figuritas ya no era lo mío. No iba a aprender a esas edades. Y cuando yo corro atacando el resto del equipo no, y luego bajo lento a defender, y viceversa. Depender de un equipo y que éste cada vez lo fuera menos al buscarse la gente otras ocupaciones hicieron que abandonara la colectividad por la individualidad.

Qué raritos eran aquéllos atletas o nadadores de mi colegio que no andaban con balones. Yo era veloz cuando corría, pero no llegaba lejos. Saltaba alto pero eso de poco me iba a servir ya.

Y me compré una btt con suspensión delantera. Y hacía ruta para arriba y ruta para abajo, los sábados. Era poco técnico y así sigo en las bajadas. Alguna marcha, que molaba picarse con otros ruedas gordas.

Y me compré una bici de carretera para coger más fondo para la de montaña, para hacer más kilómetros en el mismo tiempo y así llegar más lejos cuando en verano me iba a dar una vuelta alrededor del pueblo.

Y un día pinché.

Y me ayudaron los triatletas (ya había visto alguno por el gimnasio).

Y me acogieron.

Y empecé como duatleta. Que nadar llevaba mucho tiempo.

Y empecé a competir. Y me gustó. Y los resultados dependían de mi esfuerzo.

Y si no andaba más la culpa era de mis padres, que de pequeño ni me apuntaron a la escuela de atletismo, ni a la de ciclismo, ni a la de natación.

Y un día probé el duatlón largo. Y fue lo que más me gustó.

Dos años como duatleta corriendo todas las pruebas que podía. Y los últimos meses me decidí ir a la piscina, tenía la calle de los triatletas pero preferí meterme en los cursos de perfeccionamiento a ver si era capaz de nadar 30 largos de un tirón. Cosa que no conseguí hasta dos días antes de mi début.

Mi primera prueba fue el Triatlón Sprint de Medina de Rioseco. Se nadaba en el Canal de Castilla, en esas aguas negras que no dejan ver los manos haciendo el agarre. A pesar de la precaución de salir el último, tras mantener la flotabilidad antes de la salida, en mitad del canal sin neopreno ni boya que me socorriera, todavía adelanto a alguien con el consiguiente roce y la sensación de pánico al ser absorbido hacia el fondo me hace abandonar.

Quince días después lo vuelvo a intentar en un Olímpico. Consiguiendo la camiseta que me acompañará durante todo el verano.

Dos años estudiando lejos de casa. Me llevo la bici aunque le hago pocos kilómetros. Me traigo 11kgrs de más, otro abandono en un Triatlón Olímpico, alguna travesía, dos triatlones top ten por la cola y lo más importante, una plaza como residente que en principio no fue la deseada aunque me ha conducido a lo que soy ahora, y que me encanta, y a Ainhoa.

Y vuelvo a entrenar. Qué duro son los comienzos.

Estoy madurando. La evolución puede ser cambiar los deportes colectivos por la individualidad. No he vuelto a echar unas canastas. Trabajo y hago triatlón. Ese deporte que nadie conoce y que yo sólo conocía por el TransWorld Sport de Canal Plus. Qué dureza y que bonito. Qué lejos de mi alcance. Vuelvo a reunirme con la antigua grupeta cuando soy capaz de aguantarles el ritmo tras muchos kilómetros en solitario y nos planteamos hacer el Home de Ferro al final del verano como prueba suprema de llegar a la edad adulta. Ahora todos estamos empezando a trabajar más o menos en lo que hemos estado estudiando. Los triatletas veteranos siguen con sus rutinas.


Primer triviaje con A. Qué nervios. Me presento con el aval de un par de medias maratones y alguna salida larga en bici. Mi segundo triatlón con neopreno. Mi primera pasta party. Qué rico estaba todo y qué malo me puse. Supongo que asimilé muy bien los carbohidratos. Dos mil dos. Mi primer triatlón largo. Qué larga fue la natación y que alegría al salir del agua y ver allí a A. Ya estoy fuera. No me he ahogado. Ahora sólo es echar tiempo. Disfruté con la bici sin pensar que aún quedaban los desconocidos 30 kms a pie. Qué calor. Qué sol. Qué bonito tanta gente corriendo y animando. Y cuando ante mi aparece el cartel de últimos cinco kilómetros nace esa sonrisa de lado a lado cuya función fisiológica puede ser la de agrandar las fosas nasales. Ya no respiro. Sólo sonrio. Ya no toco la tierra. Sólo veo de frente. Soy ligero. Voy a llegar. Aunque me corten una pierna. Aunque me corten las dos. Ahí está la meta. He llegado! Soy Home de Ferro. A. dijo que sólo por ver esa sonrisa todo ha merecido la pena. Estoy contento, muy contento y ese sensación me va a durar mucho más que todas las posteriores. Da igual. También esa camiseta me la he puesto mucho más que ninguna otra. Pero la enfermedad ya está dentro y me llevará a seguir esas alegrías siempre que pueda, ya no en competición sino también durante el entrenamiento.

Y seis años después nunca he dejado de ser triatleta. Bañador y gafas siempre me acompañan. Travesías y medias son parte del entrenamiento que intento hacer siempre que viajo. Me encanta entrenar por el placer de entrenar, solo o con la grupeta cuantomásmejor. Y competir, en media y larga distancia.

Podría decir mil cosas que me gustan del triatlón. Pero es difícil contar por qué me gusta el triatlón.

Te atreves tú? Compártelo en pensamientos.

lunes, 21 de abril de 2008

Un mes

Hoy hago un mes con vosotros, nací con la primavera, aunque ésta todavía juegue a disfrazarse de otoño.

1.300 curiosos.

Muchas palabras.

Unas pocos fotos.

Algún comentario.

Muchos amigos.

Objetivos cumplidos.

Objetivos por cumplir.

(A. me ha dado permiso para abandonar en Elche al enterarse de que es Triple Olímpico, creo que es hora de apostar el 3.8 contra un Power Tap).

Entrenos hechos y entrenos por hacer, por el gusto de entrenar, de probarnos cada día, de llegar más allá, disfrutando del camino, aunque llueva, aunque haga frío, aunque sople el viento, somos triatletas.

Dedicado a vosotros.

La mariposa siempre recordará que fue gusano. Benedetti

Recuerdos



domingo, 20 de abril de 2008

El libro de la vida...

Dicen que la vida es un libro y que aquel que no viaja no pasa de la primera página...así que después de estas maravillosas páginas que algún día me encantaría volver a repasar in situ volvemos con el capítulo de la vida normal.

Ayer, 8horas después de llegar a Barajas, tenía la idea de correr la media de Medina del Campo, pero el frío (7 grados frente a los 20 que allí dejamos), la niebla, el viento y la lluvia me hicieron desistir, así que tarde tranquilita descansando en el sofá y paseo por la ciudad repasando los detalles que habían cambiado en nuestra ausencia. La deseada está en el escaparate de la tienda, después de cuatro meses aún faltan las manetas de cambio. Espero que esté lista para su debut en Klagenfurt.
Hoy de nuevo en el trabajo, casi lo agradezco, ya que con este tiempo no apetece salir... mañana ya veremos. Intentaré hacer rodaje tranquilo, tras el precioso paréntesis de Sudáfrica continúa el entrenamiento para Austria. Me he reencontrado de nuevo con las buenas sensaciones, pero tendré que seguir siendo cauto y tener cuidado con lo que ingiero en la maratón, afortunadamente esta vez las tripas petaron en casa. La próxima vez intentaré ir más deprisa.

Cayeron dos libros: Desgracia (Coetzee) que no me acabó de gustar y en el que eché de menos alguna muerte violenta y La ladrona de libros (Zusak), que emociona. A medias quedó La bruja de Portobello (Coelho), que finalizaré en breve.


En unos días cumpleaños de algún amigo y día del libro donde renovaremos existencias. Pero todos los días intentaré escribir más páginas en la vida que me gustaría leer.

miércoles, 16 de abril de 2008

desde Ciudad del Cabo

Muchas gracias a todos por vuestros animos!!


Ya publicare una cronica con mas detalles, sabed que publique el post 10"antes de que se acabara la conexion del hotel, que es cara, ahora mismo estoy en una diez veces mas barata y mucho mas rapida.

Llevamos dos dias disfrutando de Cape Town y nos quedan otros dos, siempre seran pocos. Lo bueno del calendario IM es que visitas lugares con buen tiempo pero casi siempre en temporada no alta, con lo que los sitios parecen que estan ahi solo para nosotros.

La Table Mountain cuida de la ciudad. Subimos a ella en un teleferico cuyo suelo rota 360 grados segun asciende para que no te pierdas ninguna vista, en la cima imagenes espectaculares de toda la ciudad, marmotas y lagartos acostumbrados a la presencia humana, algun otro ironman perdido y un cielo azul que no nos oculta nada.
El barrio musulman, con cada casa pintada del color de la profesion de su propietario, llena de colorido nuestros ojos.

Distintos barrios residenciales, algunos nos recuerdan las peliculas que vemos de California, Sumerset, Camps Bay, playa donde los hombres solo pueden sumergir los tobillos so pena de congelar otras partes de su cuerpo, y es que Cape Town recibe las corrientes frias del Artico. Buenos coches, elegantes restaurantes, cuerpos bonitos, ambiente playero y eso que es un dia de diario.

El Cabo de Buena Esperanza no es el lugar mas meridional de Africa, ese honor le corresponde al timido Cabo Agujas, pero da igual, en nuestro imaginario es como si lo fuera. Una neblina de espuma de mar nos refresca, aguzamos la vista y vemos la Antartida, y si estrenamos el traje y llegamos hasta alli? son 6000kms de nada...




















Granjas de avestruces con apetencia por nuestra camara de fotos.


Bordeamos toda la costa de esta peninsula africana en busca del Indico. Vemos la playa de los pinguinos africanos, unica especie que habita en este continente. Nos saludan con su torpe caminar y nos cortejan con ramitas en el pico. Comemos en un restaurante sobre el mar y vemos algun pinguino perdido nadando a lo lejos.


Atravesamos campos enormes plantados de vid que nos recuerdan a Falcon Crest. Ainhoa cata vinos y visitamos bodegas.

Ahora caminamos por la ciudad vieja.

Hemos entrado en la iglesia luterana mas antigua de Africa, 1780, en un principio disfrazada de granero segun nos explica la simpatica cuidadora. Ahora caminamos hacia el Green Market, enorme mercadillo de artesania, el primer asentamiento en este lugar en forma de fortificacion, el ayuntamiento, la Catedral de Desmon Tutu... Mikel y Ainhoa se han unido a nosotros por estos dos dias que nos quedan.


Un pais donde existen todos los paisajes. Donde los animales se cruzan en tu camino sin timidez. Una gente superamable. Un cielo azul permanente, a pesar de oscurecerse a las 18h.

Aun tengo agujetas, camino sin dificultad pero corro mal, aunque pateamos y subimos y bajamos escaleras continuamente. El dia de la prueba me perdi la llegada de Mikel y los fuegos artificiales por estar en la cama una hora despues de llegar, pero 12 horas despues mi estomago y yo estabamos como nuevos.

Nuevos amigos, un corredor de Zimbabwe, 48 tacos, 20 IM a sus espaldas, entrenando toda la temporada en piscina descubierta a 15 grados con el neopreno, nos acerca en su coche al aeropuerto.
"See you"

lunes, 14 de abril de 2008

y por qué no puede ser hoy el día?

Me despierta la lluvia contra el cristal, hay tormenta! los cinco días que llevamos en África ha hecho un tiempo maravilloso y no he cerrado bien las bolsas, temo que se empapen las zapatillas pues no he traido otras. Ainhoa comparte mi preocupación, pero afortunadamente se pasa pronto.

Madrugamos más que de costumbre porque el hotel está a unos 3km de la salida y la calle está cortada, según nos vamos acercando nos vamos uniendo al ejército de durmientes cargados con sus bolsas blancas, algunos ya con el neopreno puesto y descalzos, la música se oye cada vez más alta...

Fácilmente consigo una bomba y dejo la bici lista con 5 barritas en mitades, 5 geles más sobre de powerdrink en 750ml y 500ml de isostar long energy. Reviso las bolsas de las transiciones y me dirijo a la zona de salida.

Nativos vestidos de fiesta nos transmiten su energía. Mientras los ibéricos charlamos despreocupados dan la salida, y nos dirigimos tranquilos al agua. Ya estamos, no queda otra que nadar. Afortunadamente han colocado las boyas grandes y es más fácil orientarse que durante los entrenos de estos días, no es que hay olas, pero se pierden de vista con el baile del mar.

A pesar de estrenar traje aún no noto molestias en el cuello.

Primera vuelta, saludos a las chicas que lo viven con nosotros.


Segunda vuelta y fuera. Una hora nueve, según lo previsto tomándolo con calma.

Estoy acelerado, cojo el casco camino de la bici y en la primera recta de salida, sin querer ya estamos un pelotón a 50km/h.. y yo sin las zapatillas puestas.

Ocho kilómetros de recta y enfilamos medio kilómetro al 7% que nos coloca a cada uno en nuestro sitio, y yo delante. Ahora toca sucesión de mínimas colinas, sube y baja continuo de poca intensidad sin llegar a romper piernas subiendo pero que desgastan, aunque bajando se va muy rápido. Mucha animación a los lados de la carretera y empieza a llover.

Giro de 180 grados en el km 28 y empezamos a volar. La verdad es que da la impresión de que se respeta poco el drafting, pero yo voy a mi carrera, sin forzar, media barrita cada 18km, trago de agua, y a mirar al frente.

Primer paso por meta. Quedan dos vueltas.

Voy bien, sin forzar pero en los primeros 120km me tengo que parar a mear tres veces, cuando lo habitual es que aguante hasta el 150. Es clara. Vamos bien. Me pasa gente y los vuelvo a coger. Yo tranquilo. Hago la mitad de la segunda vuelta solo, no me adelanta nadie y a los que paso lo hago como un obús. Algún babuino cruza la carretera. Pienso si no me habré equivocado y estoy haciendo un 70.3

Tercera vuelta, voy bien. Se me empieza a pegar gente detrás. Adelanto a una chica que se me pone a chupar rueda con descaro, me dejo caer y descanso. En el giro de 180 aprieto, pienso que estoy aquí para divertirme, que quizás no acabe, que quizás reviente de cualquier manera en la carrera a pie y que a saco, que el cuerpo y la bici lo piden, adoro el zumbido de las ruedas. Adelanto a gente con lenticulares que me miran sorprendidos. Llegó a la altura de un argentino y hacemos lo que resta juntos, a 7mts, hasta T2...

Entro en la tienda, una voluntaria me ayuda con las zapatillas y me da protector solar. "Thanks"

Salgo a correr, tranquilo, no sé dónde me reventará el estómago como ha hecho las últimas veces.

Primera vuelta, vamos bien. Me paro a darle un beso a A., "'animo chico, que tú puedes". La gente me anima al ver mi mono, "Espania, cojonudo, well done, olé...."

"Keep on going"

Segunda vuelta, me siento bien. Me entra la alegría de los últimos 5km, pero aún quedan 20.. estoy contento, pero voy controlando. Sigo parando a comer en uno de cada dos avituallamientos (cada 2km hay uno). Me cruzo con Julio y Mikel, pero si voy delante de ellos! Julio me adelanta pero unos kilómetros delante lo vuelvo a pasar, vaya, como Marcel no quiera entrar en la apuesta me toca pagar la cena, pero lo haré con gusto.


Tercera vuelta, 14km, voy bien.

Tomo agua, viene en bolsitas azules herméticas que hay que morder para beber. Está fría, me sienta mal. Me duele la tripa. 9h50'. No queda ná, esto es un rodaje corto, pero las tengo revueltas.

Ánimo.

Quedan 3km, lo que hay del hotel a salida. Aunque me corten una pierna sé que llego, la sonrisa vuelve a mi cara, abro la zancada, empiezo a pasar gente, la gente me anima, ya veo meta, volando entro en la alfombra azul, al fondo está Ainhoa, miro el reloj, paso la cinta blanca, sonrio, alzo los brazos. 10h50'. Ese tiempo estaba dentro y ha vuelto a salir.

Recojo la bici tras el masaje y saludar a Marcel, sin esperar a Ainhoa me voy al hotel. Me meto en la cama, pero me tengo que levantar a vomitar. Dice que tengo muy mala cara, pero que está orgullosa de mi. Yo me quedo dormido...

sábado, 12 de abril de 2008

yo tambien quiero ser un ironman...



13horas.


Espero seguir manteniendo el ritmo cuando me cruce con el de arriba y nos deseemos "good luck" mutuamente.



La bici ya descansa con sus amigas, y se siente a la altura. Espero no defraudarla.




La Armada Hispanica se ha recogido en sus cuarteles velando sus armas.



Mikel Osa, Ainhoa Garnika, Julio Munioz y el que escribe.

Hemos emprendido la marcha.

Dentro de veinticuatro horas, unos mas, otros menos, pero todos seremos finishers.