martes, 13 de marzo de 2012

supersticiones

Martes y trece, cuando nos ha mirado un tuerto, en esto de la crisis, que se nos cruce un gato negro por delante del coche que nos desangra en la gasolinera es como decirle al  moribundo que no ande descalzo porque se va a resfriar.

Me levanto con un pie, nunca me fijado si es siempre el mismo en particular, y mientras desayuno escucho las noticias y ojeo las noticias en la web, así creo que me informo, pero como tantas, es sólo una creencia.

Algunos siguen pensando en la mala suerte para justificar su situación. Nos miran mal y en la carnicería, al azar de millones de kilos de filetes, nos dan justo el contaminado con clembuterol.

Otras confían en guardar su propia sangre en la nevera y luego no sé si se frotan la planta de los pies con ella o si la pócima milagrosa tendrá otro modo de administración, porque en mi frigorífico los frescos no duran más de unos días.

Otros claman por un referéndum y su derecho a la huelga ante la nueva ley que viene, es que Europa nos mira mal y ya hemos olvidado que los que ahora nos dirigen salieron por mayoría de todos hace menos de cien días.

Maneki-neko sobre Marimekko

Con salud y mucho amor ahora pido un poquito de fortuna a mi Maneki-neko (fortuna-gato), un poquito de trabajo para que todo siga igual que antes. El origen de este gato se fija en Japón, en el período Edo, entre el siglo XVII y XIX. Tres hipótesis intentan explicar sus orígenes:

1.- Una vez el gato de un pobre monasterio salvó a un noble de ser alcanzado por un rayo haciéndole señas para que se resguardase, el ricohombre agradecido enriqueció el templo.

2.- En otra ocasión una anciana tuvo que abandonar a su mascota debido a la gran miseria que sufría. El gato se le apareció en sueños ordenándole que moldeara su figura en barro, talla que tuvo gran éxito comercial.

3.- Y otra historia cuenta como un gato se cruzó en el camino de una geisha al baño. Al ver el casero cómo el gato molestaba a la mujer cortó la cabeza al felino, pero aún así éste pudo clavarle sus dientes a una serpiente que iba a morder a la señorita. Para recordar la gesta del felino se hizo una talla de madera que empezó a ser común en las estanterías de la suerte de las ciudades de entretenimiento (como la que quieren montar en las Rozas..) junto a reproducciones de genitales masculinos, propiciatorios de buenas cosechas y muchos clientes. Con la modernidad, los genitales desaparecieron pero los gatos se quedaron.

Maneki-neko en la tienda Pavé, en BCN

Estos gatos, de raza bobtail japonesa tienen una o dos patas levantadas, cuanto más alto, más poder de llamada de la suerte tendrá, si es la izquierda espera la lluvia de visitas; si la derecha, de dinero; si las dos, es símbolo de protección. Si el gato es tricolor atrae la suerte (pues es raro ver gatos con varias tonalidades), los blancos favorecen los negocios, los negros luchan contra el mal, los rosas propician el matrimonio, los dorados el dinero..

Algunos llevan una moneda o koban en la mano, su valor equivale a tres veces el arroz necesario para alimentar a una persona durante un año. Un cascabel en el collar denota pertenencia y ahuyenta los malos espíritus, y si además lleva delantal, protege a los niños.

Y mi maneki-neko se queda en lo alto de la estantería guardando mi fortuna, mientras, me voy a entrenar, estirar, descansar trabajar y a querer a los que me rodean, mis propias supersticiones para conseguir  lo que quiero.

5 comentarios:

Manuel Tintoré Maluquer dijo...

Con tus propias supersticiones tienes más que suficiente para sentirte protegido y apoyado en este mundo; del gato podrías prescindir sin sufrir graves consecuencias por desprenderte de él.

Furacán dijo...

Me ha gustado la entrada, me ha gustado.

CiegoSabino dijo...

Chico, pues sì que siginifica cosas este gato.

Suerte y felicidad para tus cosas y tus gentes.

marKitu$ dijo...

Veo que sigues las ultimas modas en supersticiones, pero si no llevas una pulsera magnética PB en la muñeca, pocas cosas conseguirás con entrenos...


Buena entrada, a seguir con ilusión!

M

davidiego dijo...

Manuel,
El gato vive con nosotros más por colección que por superstición, vino del otro lado del mundo..

Furacán,
Gracias, la inspiración fue tuya.

Ciego,
Cuando pases delante de un bazar ya sabrás leer el minino que mueve la pata.

MarKitu$,
eso ya está pasado! (aunque últimamente las están promocionando en las expos IM a tope)