Una cafetería sin televisión. Tres mesas de mármol que se continúan con un pie de hierro hacia un suelo de baldosas de los años cuarenta. En la barra una chica que acaba de aparcar su Harley negra a la puerta habla con María, la dueña que da nombre al café. Gran ventanal, carteles que anuncian especialidades. En la mesa de al lado, tres chicos sacados de un anuncio de ropa americana para niños bien. Entra alguien que parece su profesor, da la impresión de que van a arrancar en cualquier momento con el Oh captain! my captain!
Un viejo entra, enciende un pitillo, pide lo de siempre, ojea el diario deportivo en la barra y se marcha, deja su sitio a la que parece maestra y viene helada, bien por el frío vallisoletano que empaña el cristal bien por alguna contestación de los alumnos.
Apuro el periódico y miro el reloj. Me toca leer mi examen. No estoy nervioso.
Treinta minutos esperando leer el examen de la oposición. Dos personas, un par de fotos y el reto de contarlo en una servilleta. La otra versión aquí.
Siete quince. Coincide con la hora. Ahora a baremar méritos.
10 comentarios:
¡Suerte! Que la haya habido.
Esos momentos son muy desagradables. Pasan los años (yo más) y seguimos en las mismas. Muuuucha suerte. Espero que todo vay bien.
Pues ya nos contarás y espero que sean buenas noticias ¡¡las mereces!!
Besicos.
Mucha suerte.
Eso está hecho, cuando apruebes invítanos a algo. olé
Suerte DoctorK! Espero que todo salga bién. Taluego! Pdta: Tengo que ir a ese bar; una clienta en Harley...
Las autoridades sanitarias advierten que opositar perjudica gravemente su salud.
Que haya habido suerte!
Ah... me ha gustado el "invento" de contarlo "en estereo", mola. Así que os dejo a los dos el mismo comentario :)
Estás de oposiciones?? Pues mucha suerte y paciencia!! Y ánimo sea lo que sea ;-)
Me encantan tus fotografías textuales. Empate técnico, pero si A. llega a hacer la foto de los superguays pierdes.
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