martes, 8 de julio de 2008

Venecia

Venecia es puntual, a las seis llueve. Ayer nos recibió una gran tormenta nada más bajar del autobús que nos traía del aeropuerto de Marco Polo y hoy nos aguardaba a que saliéramos al balcón de la basílica de S.Marcos para saludar. Venecia está tomada por turistas, que no se amilanan con la lluvia. Se recogen quién sabe dónde y vuelven a aparecer cuando escampa, otros muchos no se esconden, se empapan, como nosotros hicimos ayer.

Hoy es S. Fermín, y como toca hemos caminado por el dédalo de calles evitando que el Sol nos alcanzara, porque ha lucido en todo su esplendor. Hemos paseado a lo largo, ancho e incluso alto de esta ciudad. Cruzamos un puente y volvemos por otro. Pisamos calles en hora punta de turistas y nos escondemos en pequeñas plazuelas donde somos los únicos.

Visita al Dorsoduro, callejuelas desiertas, universitarios, iglesias, pies en los canales, primeras pizzas y birra picola al lado del puente de la Academia antes de cruzar a S. Marcos, donde nos juntamos con el resto del rebaño, el canal también quiere estar en la plaza y aflora entre sus baldosas. Muchas camisetas de fútbol pero ninguna con la M mágica. Nos sentamos en el café Florian y suena La vida es bella. San Marcos es preciosa, subimos a su balcón con la excusa de hacer unas cuestas de cara al domingo, acariciamos sus caballos y vemos la ciudad desde otra perspectiva. Aparece la lluvia, fresquita de verano, y nos sentimos más cerca del cielo, aunque A. no está contenta y sube al Campanille, donde nos retrata a todos los turistas como somos, miguitas en el universo.

Descubrimos el Campo de l'Arsenal, que no tiene nada que ver con el football, más birras, grande e picola y una ración de patatines. Placita recoleta y preciosa, vemos los primeros corredores (militares del cuartel vecino) que despiertan un poco de envidia, aunque sé que yo también en ellos cuando me miran. También aparecen un par de niños en bicicleta y ya no puedo más que imaginarme a esos dos enormes leones deseando hacer unos largos en el canal...

No sé si habremos corrido la maratón, pero poco le ha faltado. Ha sido duro pero nos hemos hidratado bien, por dentro y por fuera y hemos repuesto fuerzas cuando estas flaqueaban en los distintos avituallamientos. En vez de gomas de colores para contar las vueltas hemos picado algún recuerdo y hemos llegado a boxes cuando la luna ya se reflejaba sobre el canal. Ducha y a dormir, que aún queda mucho viaje.


Ciao!

PD: ampliando la foto de la plaza de S. Marcos, en el cruce de las dos líneas blancas más largas, bajo una persona de pantalones blancos aparece triWally, suerte.

3 comentarios:

Si te lo tengo que explicar... dijo...

Eso, eso... Hidratándose a base de bién, las piernas en alto, y cuanto menos tiempo de pié mejor. ¡Cuánta envidia me dáis! Se agradecen mucho las fotos y la fotonovela del viaje. Pasadlo bién!

Talin dijo...

Disfrutad estos días, y no te resfries con tanta lluvia, que el domingo hay que darlo todo.

Sin más todo lo mejor para estos días y sobre todo para el domingo.

Nacho Cembellín dijo...

Te veo con pantalones cortos.... umh!!!, así no me ganas ni a mi ni a edecast. Cuidalas y mantelas calentitas, que los ciclistas dicen q es fundamental... a saber por qué.;)