viernes, 25 de julio de 2008

Blandiman


He sobrevivido a una infancia sin maxi-cosis ni cascos ni otras protecciones en la bici con ruedas pequeñas. He tirado y he recibido pedradas en la cabeza. Entraba en cafés donde fumaban los mayores. Soy Chulo así que voy a presumir: soy óctuple Ironman, Home de Ferro, Jabalíman e incluso Titán, pero hay algo que me supera.

Ya un piso antes capto el olor a antiséptico. Se me pone la piel de gallina, incluida la que cubre las encías. La chica pregunta si soy yo y me hace pasar a la sala donde no me concentro. Ni todos los exámenes previos, ni los que quedan, ni el anticipo de un tímido beso en los labios del que empieza.. no hay nada comparable a esto. A pesar de que llevo la menos ropa posible he roto a sudar hace rato. Me tumbo en el asiento y abro la boca. Me pongo tenso. El doctor ya se ha subido la mascarilla y tiene un arma en cada mano. La ayudante sostiene el tubito del demonio aspirasaliva. Mil ruidos. Me da igual si es aire o agua a presión o trocitos de dentina, si limpia, lima o da esplendor. Los distintos sonidos despiertan mi imaginación por lo que está por venir y no llega. Me duelen los cuádriceps de extender la piernas, me caen gotas de sudor de la frente, aprieto las manos contra el apoyabrazos. Si llevara el pulsómetro llevaría un rato sonando la alarma. Me da vergüenza, pero no manda mi sistema consciente. Cierro los ojos con fuerza. Soy Blandiman.

Limpieza de boca, un empaste y repaso de otras posibles lesiones. ¿Cómo me puedo poner tan nervioso cada vez que voy al dentista?

Blandiman reposa tras una dura jornada con media boca dormida

3 comentarios:

Si te lo tengo que explicar... dijo...

Me entran sudores fríos sólo de leerte... Ya me has provocado pesadilla segura esta noche. Blando, más que blando!

Talin dijo...

Me da la risa, pasa po aquí y sabrás porque:

http://jornaleroman.blogspot.com/2006/10/con-la-boca-abierta.html

Un abrazo, apañero.

A. dijo...

Animo valiente!!!