Esa que veis ahí fue mi primera bici de carretera, también de duatlón, abuela cabra de la que vendría después.
Pasa a un futuro du/triatleta, primo de A. que lleva tiempo pensando en iniciarse y ésta es la pieza que le falta.
Llegó un 13 de junio de 1998, un día después del Duatlón de promoción que hubo en mi ciudad y que al final corrí por relevos, encargándome yo de la carrera. Al año siguiente debutaría en el Cto de España de Duatlón en Coria, nuestra primera competición.
Seis años con una bici que nunca montó en avión conmigo pero que hizo mil viajes en la vieja furgoneta del equipo, a veces con otras diez compañeras. Incluso en una ocasión fuimos tres en un Cinquecento a competir en un duatlón a Guadalajara (si llega a ser triatlón no caben las gafas de nadar). Si la arañaron no se quejó, fui yo quién derramó la lágrima.
Mis primeras carreras, mis primeros cien kilómetros, la primera pieza que cambié, mis inicios en la Larga: Zarautz, El Chorro, Eivissa (fue por mensajería) y Niza. Muchos recuerdos se van con ella y espero que su nuevo propietario cree otros nuevos y maravillosos, iniciando una feliz aventura en nuestro deporte.
¡Salud y larga vida!
1 comentario:
Bonita semblanza para una compañera tan fiel. Pero no has pensado eso de "Ella no lo haría...". Espero que sea feliz en su nuevo hogar y que rejuvenezca con su joven e ilusionado propietario. Taluego!
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