(no) subida a los Hermanitos

Que confíe plenamente en mi entrenador no significa que, aún aprendiendo cada año de su filosofía, no quiera seguir proponiendo lo que, creo, creía, que me gusta hacer. Este año he disfrutado entrenando y he llegado en buen estado de forma a la cita más importante del año, pasando por objetivos menores con éxitos inesperados. Mi plan era dedicar agosto y parte de septiembre casi a correr todos los fines de semana por el monte para aprovechar el trabajo de los meses pasados, cosas cortitas donde echar unas risas. Como un jardinero experimentado, mi guía podó mi calendario de toda prueba innecesaria, tras la vuelta de Frankfurt mi vuelta a la normalidad se planificó lenta, al principio de semana el planning me parecía suave, pero una vez metido en faena, al final de la semana las piernas se sentían con el triple de kilómetros.

Así que, aún cada vez discutiendo menos lo mandado, me guardaré aún más de hacer propuestas.

Y sinceramente, el día antes no tenía ganas de competir. Piernas cansadas y el hecho de tener que madrugar para una prueba de una hora no me hacía mucha gracia.

Estos son los Hermanitos. Se trata de dar una vuelta por los alrededores de Nava de Béjar, subirlo y bajarlo. La Subida a los Hermanitos se llama. Cosa rápida y divertida. Este año era la segunda edición, el número de participantes se había triplicado, consecuencia del buen hacer de sus organizadores, y sobre todo, del trato postcarrera.

Mucha gente. Mucho gallo. Veo difícil mejorar mi décimo quinto puesto del año pasado, pero como dice Bulderban, recién llegado de la Porta del Cel, se trata de mejorar puesto. Así que nada más dar la salida me pego a él, así tal vez yo también roce el cielo.

Bulderban, dvdg y Atalanta

Se sale rápido, muy rápido, enseguida se forman grupitos y cada uno se queda en su sitio. Mucha zapatilla de trail y bastantes voladoras de asfalto. Yo tampoco sabía que traer y como últimamente ando experimentando y viendo lo nublado del día y que quizás en la "cumbre" estuviera mojado, me calzo las Cascadia y dejo otros dos pares en el maletero del coche.

Error de la Organización que no movió una baliza, con lo que no salimos hacia los Hermanitos. Voy al lado de Bulderman, por debajo de 4'/km, sorprendido de estar todavía ahí tal cual me presentaba en la salida, así que contento, no cogemos a nadie de delante, pero no  nos cogen por detrás. Me escama que a mitad de los kilómetros programados no subamos ya, así que al segundo paso por meta, cuando nos avisan de que damos otra vuelta porque se anula la subida me hundo un poco.

Y digo yo ¿por qué? Si se supone que la subida sería más dura que este minisubeybaja a todo trapo en el que estoy metido.

Perfil previsto de la Subida a los Hermanitos

El caso es que bajo el ritmo, pierdo a mi compañero y me pasan uno, dos, tres participantes sin que pueda hacer nada por evitarlo.

Falta aún la clasificación y el kilometraje oficial. Olvidé darle al Garmin en la salida, pero al final me salieron poco más de 13km a 4'04". Así que satisfecho, aunque sufrí más de la cuenta.

dvdg, Miguel Ángel Heras (que todavía sigue siendo para mucha gente el hermano de -) y Atalanta

Lo mejor, aparte de estar cerquita y encontrarme con mucha gente conocida, el avituallamiento final. ¿Qué lugar conocéis donde os reciban en meta con jamón recién cortado y un barril de limonada fresca? Poco a poco las mesas se empiezan a llenar de viandas y los atletas recuperamos poco a poco.

Fue menos distancia que mis entrenamientos de hace unos meses, a un ritmo que he superado en bastantes ocasiones, alguna por terreno similar, pero más de veinticuatro horas después tengo unas agujetas como hacía tiempo. Sigo aprendiendo.

Próxima parada, Subida al Pico el Aguila.

Poquito a poco.

fotos:

Hermanitos: Atalanta

Resto: cámara atalantiana, fotógrafo: alguien que pasaba por allí.

Gracias a Atalanta por enviármelas y dejarme plagiar su blog.