lunes, 29 de agosto de 2011

ojiplático


Hace cinco meses fue el accidente de la central de Fukushima. La radioactividad flotaba en el ambiente y de repente mis miopes y astigmáticos ojos recuperaron las dioptrías perdidas, si bien es cierto que desde que acabé la carrera casi  había recuperado una entera. 


Ahora mi ojo dominante es el izquierdo, que ve un poco más de lo que se considera el 100%, pero, a pesar de pensar que como un superhéroe adquiriría algún poder, no veo en la oscuridad ni el interior de la gente, aunque cuando me voy a dormir veo a lo lejos los números del despertador y ya me pueden pegar en la natación, que seguiré viendo porque la lentilla no se ha movido.


He dejado ser un gafapasta de los que van a festivales de cine o cafés con páginas de libros como manteles, pero ahora puedo ir al Jungle Marathon sin miedo de perder los ojos por una infección o de pisar un bicho sin querer, y cada día que madrugo para salir a entrenar, puedo levantarme un poco más tarde.


Menos de un par de minutos de operación, unas gotas de dilatador, lo peor los separadores que mantienen abiertos los ojos, mira la luz roja, un mordisco en el ojo y para casa. Al llegar pude hacerme la comida e incluso leer un poco, un par de horas después me escuecen los ojos, lloran y no los puedo abrir. Cuando A. vuelve de trabajar no se nota nada.

tristón por dejar de ser gafapasta

Me puse lentillas cuando empecé a salir con la bicicleta de montaña hará ya 18 años. Los 10 días antes de la operación, al tener que dejar de usar las lentes de contacto, he entrenado incluso sin gafas, una sensación rara. Al nadar no se nota ir sin corrección óptica, aunque no sabes quién te espera al final de la calle. Tres semanas después ya hacía vida normal, y en cinco competía en Utah e incluso me frotaba los ojos para ver las estrellas.

8 comentarios:

Unknown dijo...

Espero seguir pronto el mismo camino... Poder abrir los ojos bajo el agua y .. "ver" sin gafas de bucear para que las lentillas no se vayan al fondo..

davidiego dijo...

santa,
eché cuentas, y en ese momento me salía más barato (a largo plazo) operarme que comprar lentillas y otras gafas que ya tocaban, y es muchísimo más cómodo, pero si no hubiera sido por el deporte ni me lo hubiera planteado, aunque estoy muy contento cuatro meses después.

Tantatachán dijo...

No estés tristonto, ex-gafapasta! :)

davidiego dijo...

Alicia,
A veces se echan de menos....

Xocas dijo...

Mientras tanto, a mi ya me han dicho que no pasan más de un par de años sin que tenga que poner gafas...¡disfruta de tus ojos nuevos!

Anónimo dijo...

Hace 10 años que me operé y al final he vuelto a mis orígenes gafapasta. A pesar de ello, merece la pena: levantarte por la mañana y no tener que buscar las gafas para ver, no tiene precio.

Mildolores dijo...

no llores, los gafapasta ya no están de moda.

davidiego dijo...

xocas,
volveré a llevar gafas, dentro de unos años también.

ladyolé,
¿?
te ha aumentado la miopía?
y el rollo de llevar gafas de sol graduadas y normales para intercambiarlas cada vez que entras sales?
y ponerse las lentillas cuándo no quiren entrar?

mildo,
pero qué blasfemias dices?