miércoles, 3 de noviembre de 2010

malas pulgas


Mira que lo intento. Pero no puedo. Ya sabía yo que escogiendo esta carrera no iba a ser capaz de dejar de pensar en el trabajo. Imaginaba que no iba a acabar nunca de estudiar, que siempre habría un caso que tendría que repasar en casa o interminables oposiciones que preparar para poder asentarme.  La formación continua es eso, continua. Además mi pareja es doble, de trabajo y de vida, así que es inevitable comentar algo al llegar a casa. Me dicen que todas las especialidades lo hacen y yo me imagino a los forenses. Pero esto no me lo esperaba, odio llevarme el trabajo a casa.

9 comentarios:

Emilio dijo...

Dicen que el deporte viene bien para apaciguar las malas pulgas, asi que ponlas a hacer series por el cuerpo y fundelas¡¡

Nacho Cembellín dijo...

Ja, ja, ja, ja. Ayer te llamé, vamos este finde a Salamnaca, cómo lo tenéis???.

ser13gio dijo...

Joder, vaya trabajo en el que se pillan pulgas. Recuérdame que no me ponga malo por allí.
s

davidiego dijo...

emilio,
deja que se queden quietas como en Guantánamo y luego las extermino, como se extiendan y empiecen a hacer bebés...

nacho,
A trabaja el sábado, yo el viernes y el domingo. Te llamo.

s,
los pacientes, que sois unos guarros.

Juankir dijo...

A mí me picaron un verano en un asiento del trabajo donde se cuelan a veces los gatos para dormir. Me picaron las piernas un buen rato. Al escribirlo ya me pica todo el cuerpo arrgggghhh

Jesús dijo...

El triatlón es muy malo para eso.

Mi novia aun me tiene apuntado en cuenta, que esperando verme pasar en la cuneta de una carretera, en el Triatlón de Guadalajara, acabó con las piernas comidas por esas amiguitas.

Unknown dijo...

Otros nos llevamos trabajo a casa más a menudo... jajajaj

Mildolores dijo...

La pregunta que se me ocurre a mi es: ¿Dónde, cómo y de qué manera? ¿En tu trabajo? ¡No, por Dios!

davidiego dijo...

juankir,
quién dejo la ventana abierta?

jesús,
la habrás compensado, espero.

santa,
te llevas virus a casa?

mildo,
en mi trabajo.
cada 2-3 meses me acribillan.
sobre todo en las piernas.