A veces, el gps no muestra más que una línea verde a seguir y nada más. Como si no existiera nada más, un inmenso vacío amarillo. Es la terra ignota. Si miro por la ventanilla veré sucederse miles de robles y castaños de hoja amarillenta, pero detrás de la primera línea del bosque sus secretos están a salvo.
Y terra ignota era para mi correr por el monte. Así que para iniciarme nada mejor que hacerlo a la par que una clásica que nacía, los Jaramugos fueron los padrinos de ambos. Como buena Jaramugada sólo conocíamos dónde empezaba, San Martín de Trevejo, pueblo de la sierra cacereña donde se habla la fala, rama del Galaico-Portugués que aquí perdura desde tiempos de la romanización...
Once atletas, un ciclista y Curro asistimos a la llamada. Unos de pelo corto, otros de pelo largo, unos abrigados, otros con camiseta de algodón, unos novatos, otros veteranos, pero todos con algo en común, las ganas de disfrutar del tercer domingo de noviembre.
Para empezar a ascender primero hay que conocer los orígenes. Una antigua calzada romana, la parte más dura del recorrido nos daba la bienvenida. Más adelante miles de hojas se encargarían de alfombrarla, mientras centenarios árboles nos animaban.
A pesar del reagrupamiento pronto quedaron formados varios grupos. Yo me dejé llevar por los que abrían camino, pero eso no significaba que lo conocieran. Como handicap por andar más, a los cuatro primeros nos acompañaba un incansable demonio de pelo negro que iba delante y atrás haciéndonos trastabillar y meter el pie donde no debíamos.
tengo que preguntarle a su dueña que es lo que le da para desayunar
El plan era fácil, subir el monte y luego rodearlo brevemente para volver al pueblo a comer. Veinticuatro kilómetros escasos eran lo previsto. ¿Pero qué es lo que tenemos previsto? Una Jaramugada es como la vida. Sabes dónde empiezas, pero no dónde acabas y aunque te deje satisfecho siempre quieres más. Calzada romana, asfalto, rocas gordas, piedras sueltas, hierba, sendas anchas, caminos que se hacen al andar, casas rurales que atravesar por el jardín y puertas a saltar... todo es posible en un Jaramugada.
Al final las vacas nos confundieron y aparecimos en Hoyos. A veinte kilómetros del lugar de partida y, también, de destino. Duro destino. Como novato había cargado con todo el equipo, ropa para contingencia y comida que no usé y también el bendito móvil. Una llamada y todo solucionado. A veces me pasa que por las mañanas tengo un compromiso, una carrera, una cita, y pongo el despertador pero me despierto sin ayuda unos minutos antes. Aquí ocurrió algo parecido. Yo estaba programado para 24 kilómetros. No más. Fue alcanzarlos y ser alcanzado por el bajón. Y los más valientes decidieron tirar hasta que nos encontraran... puerto arriba, y si los hubiéramos dejado la media maratón del Jálama se hubiera convertido en entera.
Solo (que ya no se acentúa) caminé en este descenso. Estoy muy contento de haber aguantado el ritmo, dónde únicamente me vi limitado en las subidas pronunciadas y aunque en las bajadas me viera desbocado estos locos aún me adelantaban. Tengo mucho que aprender pero fue un buen comienzo.
Al final estirar y prepararse para la próxima. Parece que mis piernas ya la han olvidado, pero yo no. Hoy he trotado más rápido por el carril bici pero iba pensando en otros paisajes. Ha sido una jornada preciosa. Ganó Curro, en espera de que pase el control antidoping, porque su exhibición no fue humana.
Los totems del tobillo cumplieron su función protectora. Por dos veces aterricé mal pero los ligamentos estabilizaron la articulación y no pasó a mayores. Una ampolla explotó tan rápido como nació, como un fuego de artificio y otro par de ellas aún sobreviven. Mis delicados pies tienen que madurar, pero van por buen camino.
Hasta el pastor de las cabras corredoras se perdió, y eso que llevaba gps...
13 comentarios:
Comu mola!
Impresionante!! Se nota que eres un gran Hombre de Hierro!
¿Bonito correr por el monte, eh? Esto no es más que un entreno para ganar al pardillo de Ámbar en el canicross, el gran objetivo de la temporada.
Te esperamos en la próxima.
Dios mío qué flexibilidad. Quién la tuviera.
Bien bien, vas por el mal camino.
s
Muy bonitas las fotos y una salida original y muy buena. Enhorabuena.
Tienes madera de Jaramugo, chaval. Esta era tu segunda jaramugada (la primera fué en el "To lus frentis" del 2009) y se te ve suelto.
Gracias por la foto!!!
Fdo:El cabrero.
¡Qué envidia!, sana. Estás perdidiño, acabarás haciendo improvisados tri-cross.
Ya te habia visto luciendo tatu por ahi. Por cierto si estiro como tu me quedo sin alguna parte de mi cuerpo :-0
Estais locos!!!
Correr en montaña, que distinto al asfalto. Buen estreno y en la mejor época para hacerlo, Por lo menos a mi el monte cuando mas me gusta es en otoño.
Están/mos locos los jaramugos!!
Tenemos que volver para hacer el recorrido marcado por la organización...
Para la próxima espero compartir un rato con vosotros aunque sea a la hora de comer, es que los pros vais como motos!!
Un saludo
furacán,
tú los entiendes!
chasis,
que no iba solo, que somus muchos los que lo intentamos. Apúntate a la próxima, no sé si hacer el domingo Cabrerizos.
atalanta,
precioso entreno. A los pijitos capitalinos hay que darles para el pelo.
s,
pues estoy mosca, antes tenía más, por encima de la cabeza...
a dónde me llevará el mal camino?
ángel,
original? salimos de aquí y a ver dónde llegamos.
manu,
y la travesía mirríobrigense, voy a por la regularidad!
xocas,
no des ideas..
emilio,
si te estiras creces, si lo hiciera más a menudo no habría perdido tanto.
jony,
tú no? te echamos en falta.
bel_ga_rion,
y que lo digas, y en bici hubiera ido el doble de abrigado y pasado más frío.
artu,
la culpa es de Curro, que parece que había quedado!
nos vemos.
Mierda curro tengoooo q trabajo los fines de semana Aiiiiiiiiiissss q buena pinta tuvo.
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