acabe durmiendo tras el ultimo post, pero puse mal la direccion...
Donde nace el arco iris
Estamos en Zimbabwe, en un hotel al lado del rio Zambezi, que tambien da nombre a la cerveza local. Hemos ido de crucero, ibis levantando el vuelo, algun cocodrilo timido, mas barcazas e hipopotamos que bostezan aburridos de tanto ver turistas a una camara pegados...
Estamos solos en el hotel, sin atisbo de mas blanquitos, que a estas alturas de la temporada poco curtida tenemos la piel, y claro me he dormido en la piscina y me he quemado las piernas...
Compartimos jardin con babuinos y jabalis.
En este lugar naturaleza y hombre se dan la mano, sin ir mas lejos para la furgoneta que nos lleva a las cataratas para dejar pasar a una familia de mangostas, y sobre la carretera, lo que nos dicen, bosta de elefante...
Llegamos al objetivo de la excursion precompeticion, las Cataratas Victoria, una de las siete maravillas naturales. Sigue habiendo pocos turistas, parece que el agua salta solo para nosotros. En el idioma local las llaman el humo que truena. Y es que es una fabrica de nubes que ya desde el avion se ven a lo lejos. Una fabrica de nubes siempre meonas, y es que segun nos acercamos mas o menos a ellas la lluvia arrecia con mayor o menor intensidad. Y los arcos iris, en plural, nacen y mueren por doquier, seremos nosotros el caldero dorado?
Y nos volvemos a Sudafrica, no sin dar un paseo por la ciudad vecina y entrar en un supermercado, Spar, de dimensiones similares a cualquier otro que podamos encontrar en nuestras ciudades pero con menor variedad que mi despensa. Decenas de estantes vacios y unos precios que nos hacen preguntar que come esta gente... 40.000 personas estan empleadas en la zona de cataratas solo en el sector turismo.
Y desde Port Elizabeth escribo. Ya se notaba el ambiente triatletico en el aeropuerto de Johanesburgo, muchas miradas de reojo y "Good luck" al reconocernos miembros de la tribu. Una maleta extraviada donde viajaban los acoples y un hotel en el que no nos esperaban, y en el que nos han hecho un hueco en la habitacion de discapacitados, mas grande pero a nivel de calle, ruidosa y con la ducha a un nivel intermedio entre mi corazon y mi ombligo.
El viernes recoger el dorsal, 381, probar la bici y estirar un poco las piernas por el paseo maritimo.
Ya os cuento.
1 comentario:
¡Qué envidia me dáis! Espero que te curres un buen reportaje para los que vayamos después de tí a explorar esas tierras. Mucha suerte el domingo, y si hay algún momento duro, piensa en el poder de las 8 letras,como dice Talín. Un abrazo!
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