Me riñe A. y no sin razón de que guiño demasiado los ojos. Uno que es miope utiliza el truco de entrecerrarlos para ver un poco más lejos o protegerse del sol. Pero aunque en algún blog me llamen yogurín, alrededor de estos ojos voraces salen surcos que avejentan, pero dicen que el tiempo da experiencia, y en esas arrugas está escrito también cada subida de pie encima de la bici o ese esfuerzo mantenido en la carrera a pie, y no olvidemos lo más importante, los ojos también sonrien.
De entre todas las cosas espero conservar la memoria y los ojos, nunca se cansan de engullir la vida a través de ese agujero negro llamado pupila, la vida que pasa por delante o la que está escrita y que interpretan a través de los otros ojos, los del corazón o los del cerebro, que a estas alturas tanto más me da.
5 comentarios:
yo desde que me opere de miopia ya me olvide de ese gesto jejeje
no creo que me opere, pero sí que el gesto me quedará para siempre...
como rasgo distintivo de la comunidad miope tiene sus inconvenientes, lo de que la arrugita es bella...Ja, ja, ja! a mi ni pizca de gracia que me hace, pero como el que no se conforma es porque no quiere diremos que menos mal que las vamos viendo aparecer porque así seguimos avanzando aunque hacia dónde ésa es otra historia! A seguir sonriendo!!
...desnatado, pero con mucho hierro.
Ojito que un tal actor francés, que hizo de los últmos Tarzanes, le quitaron las lentilas porque buscaban esa mirada entrecijada de miope.
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