Islands Tour 2009

De nuevo en otra isla, de nuevo volcánica, de nuevo sin habitantes en sus primeros días. Aquí llegaron de los países nórdicos los fieros vikingos en el sIX y aquí se quedaron algunos, otros fueron más allá y descubrieron Groenlandia y América.

Hemos tenido que hacer el vuelo vía Amsterdam para que nos diera tiempo a volver de Embrun. Nos recibe lluvia y viento. La lluvia será intermitente, no tanto el viento, si no fuera por él, a pesar de los nueve grados no tendríamos frío. Primeros pasos por Reykjavík, ciudad donde se concentra más de la mitad de la población islandesa (303.000 hab)y que no deja de tener el aspecto de una coqueta capital de provincias, hay edificios de 7 u 8 pisos, pero lo normal es que no pasen de 2alturas, incluso en el centro abundan las casas con jardín.


Disparidad en cuanto en el vestuario, hay locales en manga corta, incluso chicas en chanclas o en zapatos sin calcetines, algunos disfrutan de una cerveza o un cigarrito en la terraza de los múltiples cafés, pero los más, sobre todo los turistas, parecen que acaban de bajar del campamento base de Katmandú, con su ropa técnica y sus botas waterproof. A y yo vamos intermedios, quizás yo eche de menos una membran cortavientos y unos finos guantes (he traido unos de gore-tex que por ahora me parecen excesivos).

Mucha tienda de ropa de diseæo islandés, varias de discos (sí que van a ser raros estos chicos), enormes librerías (este país tiene un altísimo índice de lectura), restaurantes de todo tipo y gente amable. Curioso el restaurante que escogimos, italiano, lleno de espaæoles cuando hacemos el silencio y nos vamos fijando uno por uno y con un camarero que no sé si hablará islandés, este idioma derivado de las lenguas nórdicas y que apenas ha evolucionado. Dicen que los islandeses actuales serían capaces de leer las Sagas escritas en el sXII y las entenderían perfectamente. La verdad es que todos los carteles parecen títulos de canciones de Sigur Ros.


A los lectores triatletas les diré que he iniciado conversaciones con el Ministerio de Deportes para organizar el Iceman. El paisaje apenas tiene árboles, desde la capital se ven altas montañas en la lejanía y el paisaje se asemeja a Lanzarote pero en verde. Parece soplar aire continuo, lo que haría de este triatlón uno de los más duros. La natación podemos hacerla con neopreno en el océano, o sin él en cualquiera de las múltiples piscinas termales al aire libre, aquí el agua caliente brota de la tierra, es gratis, sólo hay que soportar un ligero aroma sulfurado (igual que en Roturua). El próximo domingo es la maratón aquí, también se celebran en la misma prueba 10 y 21km, quise disputar la mediamaratón, pero justo nos pillará en el punto más opuesto de la isla.

Dicen que no se hace de noche, que apenas son cuatro horas. La verdad es que no me quedan ganas de comprobarlo, a las once es casi de noche y nos vamos a dormir. Aquí vamos con dos horas de retraso. Cuando me he despertado esta mañana el Sol ya se colaba entre las cortinas, si llevaba rato no lo sé, porque me ha dejado dormir.