días grises

Continúan los días grises, hoy he cogido el coche y me he ido a la Sierra, pero no he conseguido correr más que el viento, me ha seguido y se ha traido algo de lluvia, aunque menos que en la capital. Cuatro horitas , todo el rato para arriba y para abajo que culminaron en El Portillo, con árboles que reverenciaban que me enfrentase al viento y a los montes, al final tablas, una media pobre pero los deberes hechos.

¿A veces no os sentís un poco como un bicho raro? Aunque os disfracéis de ciclistas el casco o los acoples os delatarán, aunque estéis finos los atletas correran más y si no lo hacen fruncirán el ceño cuando aclaréis que venís de hacer un par de horas de bici, y los nadadores os pasarán por encima. Con este tiempo los sedentarios nos ven aún más raros a través del cristal empañado de sus coches, y los vecinos alucinan con tanta ropa de colores colgada de las cuerdas.

He acabado el ciclo de acumulación y ahora empieza el de transformación. Por mucho que me fijo cuando salgo de la ducha no me veo nada distinto. Aunque empiezo a notar cosas que antes no sentía, mis piernas son pesadas y lentas, mis hombros duelen y ya no arrastran tanto agua, mi corazón se revoluciona menos y yo me afixio igual. ¿Serán esos mis nuevos superpoderes? ¿El día menos pensado me acostaré y me despertaré convertido en una persona distinta? ¿Se volverán radioactvos los polvos del bidón con este frío, o quizás las barritas energéticas consigan otras propiedades tras mojarse un día tras otro en el bolsillo del maillot? ¿Será que los dioses me están moldeando con el viento tras ablandarme con la lluvia que no cesa? Pero yo quiero ser un hombre de hierro y si la estructura molecular de mi cuerpo no se transforma tendré que hacer como Bruce Wayne, que confía en toda serie de artilugios de apariencia aero para transformarse en Batman.

Mi primera cabra está en camino... es hora de ocultar mi identidad secreta bajo el casco y las M-Frame y convertirme de nuevo en ironman..