películas

Una de las cosas que nos enseñan en las películas es que no importa quién te guste, que como eres el bueno de tu historia lo conseguirás. Da igual que la otra persona sea doctorada en Harvard, que sea modelo y que sus gustos no coincidan para nada con los tuyos. A ti te gusta, suele ser por el físico, y tienes derecho a que sea tuya. Casi nunca enseñan películas de cuando al protagonista le pretende gente que no le resulta atractiva, supongo que sin más los rechaza y no vuelven a insisistir.

Concha de Plata al mejor Actor, que con esta película abandona la interpretación, y Concha de Plata a la mejor Actriz, que como vive de esto supongo que seguirá en este mundo y quizás aumente su caché.

El primer licenciado universitario en Europa, Magisterio y Psicopedagogía, con trisomía del cromosoma 21, comienza a trabajar en el área de discapacidad de la Junta de Andalucía. La verdad es que el colectivo de funcionarios de esta autonomía no sale muy bien parado. Allí conoce a una compañera, sin discapacidad aparente, con la que empieza a pasar cada vez más tiempo. Y claro, se enamora. Y sufre porque no es correspondido, aunque él tampoco se relaciona con los demás mongólicos. Y la madre de este chico sufre por haber luchado tanto por hacer que fuera más lejos de ser un simple deficiente. Y la pareja con sind. de Down sufre porque no les dejan estar juntos. Y los padres de estos chicos sufren porque no siempre consiguen un respiro y se preguntan qué será de sus niños cuando ellos falten. Todos sufren. Y al final parece que se arregla, un poquito. Os cuento el final porque no os recomiendo que paguéis por verla, acaso cuando la pasen por la tele, para que penséis un rato sobre el tema, otra película más sin chicha. Amparada por unos premios concedidos más por la temática de la película que por unas interpretaciones más que correctas. Alguna escena para el recuerdo tiene, pero nada más.

¿para qué quieres ser una persona normal?